Nueva York.- Su mentón anguloso y su rostro de tipo duro permanecerá en el recuerdo, pero Charlton Heston, el mítico actor de Hollywood que dio vida a grandes personajes de la historia, murió el sábado a los 84 años en su residencia de Beverly Hills, en Los Ángeles, informaron medios estadounidenses.
Sin embargo, la frase más famosa de esta estrella de Hollywood no es de una película. "Sólo (me la quitarán) de mi mano fría y muerta", aseguró Charlton Heston mientras sostenía un arma en alto en una reunión de la Asociación Nacional del Rifle (NRA). Fue su última manifestación pública a favor del "derecho otorgado por Dios" a todo estadounidense de portar un arma. Presidió la NRA, pero hace unos años anunció que padecía Alzheimer y su último combate fue contra el olvido.
De forma similar a como se despidió años antes el ex presidente Ronald Reagan de los estadounidenses en un estadio temprano de la enfermedad, Heston dio un discurso público en el verano (boreal) del 2002. "Para un actor no hay una pérdida mayor que la de su público", dijo el intérprete, que en 1957 encarnó a Moisés en el épico filme "Los diez mandamientos". Por su papel de príncipe judío en "Ben Hur" obtuvo el Oscar en 1959. Entre los grandes personajes que interpretó Heston se cuentan Miguel Ángel, El Cid y varios jefes de Estado. "Tres presidentes, tres santos, dos genios", lo resumió cierta vez, "eso debería ser suficiente para cualquier hombre".
Con Ronald Reagan, que murió en junio a los 93 años, lo unía no sólo la enfermedad de Alzheimer, sino una estrecha amistad. Heston compartía la visión conservadora del ex presidente y durante un tiempo se planteó entrar también en política. "Cuando se hace de Moisés uno vuelve al hotel e intenta separar las aguas en la bañera", dijo en broma cierta vez. "Y cuando no se consigue, uno se siente muy humilde". Su apoyo al lobby de las armas le generó duras críticas de la izquierda, que aseguró que era corresponsable de las muertes en las escuelas. Y se convirtió en blanco de Michael Moore en su documental "Bowling for Columbine", que ganó un Oscar.
Pero algunos críticos olvidan que las opiniones de Heston parten del convencimiento de que cada persona tiene que tener la mayor libertad posible para vivir. Por eso, en los años 60 participó de forma activa en el movimiento por los derechos civiles y junto con Martin Luther King Jr. exigió la derogación de las leyes raciales. Por este hecho recibió en 2003 la Medalla de Libertad -de manos de George Bush-, la mayor condecoración civil del país.
Heston comenzó a actuar ya en la escuela de su ciudad natal, Evanston (Illinois). Después de la Segunda Guerra Mundial, durante la que sirvió en la fuerza aérea, el artista probó suerte en Nueva York con su mujer, la también actriz Lydia Marie Clarke. Tras dos años tuvo un exitoso debut en Broadway en "Antonio y Cleopatra", de Shakespeare. Su carrera en Hollywood comenzó también como actor en obras de Shakespeare, en producciones para televisión en 1949. Un año después se estrenó en el cine con el "thriller" "Dark City".
El presidente estadounidense Bush rindió homenaje a Heston ayer despidiendo al actor pero también al "gran defensor de las libertades". "Charlton Heston era una de los actores más talentosos de la historia del cine y un gran defensor de las libertades", escribió Bush en un comunicado. (DPA/DPA)