CIPOLLETTI (AC).- Encabezados por la secretaria General de CTERA, Estela Maldonado y convocados por la Unter, unos 3.000 docentes rionegrinos marcharon ayer desde esta ciudad hacia Neuquén al cumplirse un año del asesinato del profesor Carlos Fuentealba.

Delegaciones de Santa Fe, Mendoza, La Pampa, Entre Ríos, Chaco, Buenos Aires y la capital del país y de las ciudades rionegrinas, se concentraron en la rotonda cercana al puente carretero. En el lugar realizaron el acto que tuvo dos objetivos centrales: recordar a Fuentealba y lanzar la primera jornada del paro de 72 horas que inició el gremio docente provincial en reclamo de un aumento salarial.

"Compañeros, esperamos que el acatamiento del 95 por ciento que tuvimos hoy se

mantenga la semana que viene", reclamaron los locales desde el palco que se montó a la vera de la ruta.

En Río Negro, el próximo 9 y 10 están previstas dos nuevas jornadas de protesta que incluyen una movilización provincial en Viedma.

Además de los dirigentes de la Unter, en el acto de ayer estuvieron presentes representantes de cada una de las delegaciones que responden a la conducción central de CTERA.

Todos exigieron "juicio y castigo a los asesinos del maestro neuquino". "Hoy Carlos Fuentealba está presente

para que nunca más un trabajador que reclama un salario digno sea reprimido y asesinado por quienes creen que pueden disponer de nuestras vidas", pidió el secretario general de Unter, Marcelo Nervi.

Para Maldonado, la convocatoria de ayer marcó "la profunda unidad de los docentes que dejaron de lado sus diferencias internas para exigir juicio y castigo". También consideró que "los avances que se lograron en la causa y la decisión del propio gobernador (Jorge Sapag) de impulsar el juicio político a los miembros del Superior Tribunal de Justicia neuquino tiene que ver con la lucha que realizamos a lo largo y ancho del país".

Mientras los discursos se sucedían continuaron llegando los manifestantes que cerca de las 10:30 iniciaron el cruce del puente caminando. La columna era precedida por la tradicional bandera argentina que utilizan los docentes

en sus marchas. Del lado neuquino subieron a los casi 30 colectivos que los esperaban para trasladarlos al acto central.

Con guardapolvos blancos y pecheras que identificaban su organización madre y el lugar de origen, los docentes emprendieron la caminata en "repudio a la represión como respuesta del Estado a los reclamos de los trabajadores" y para "acompañar a los docentes neuquinos".

Muchos de los dirigentes de las delegaciones regionales justificaron la decisión de CTERA de no convocar a un paro nacional -medida que fue cuestionada por el gremio docente neuquino- en el hecho de que "se priorizó la lucha por el esclarecimiento del asesinato", según dijeron.

Recordaron que en casi todas las escuelas argentinas "los chicos estaban debatiendo sobre un material que preparó la central docente para esta ocasión".