CIUDAD DE MÉXICO (DPA) - El gobierno mexicano se reunió ayer con el embajador venezolano Roy Chaderton para expresar su "preocupación" por la decisión del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de nacionalizar la industria cementera, en perjuicio de empresas como la mexicana Cemex.
Chaderton se entrevistó en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores con el subsecretario mexicano para América Latina y el Caribe, Gerónimo Gutiérrez, quien le pidió transmitir esa inquietud al gobierno venezolano. La cancillería indicó en un comunicado que el anuncio hecho por Chávez el jueves "pudiera afectar los intereses de una empresa mexicana con operaciones de larga data en ese país".
"El subsecretario reiteró el deber del gobierno mexicano de velar por los intereses legítimos de las empresas mexicanas en el exterior", se indicó.
Según las autoridades mexicanas, la respuesta de Cha
derton fue que "el gobierno de Venezuela considera estratégico el sector cementero para los objetivos de desarrollo" y por ello "iniciará un proceso de nacionalización, apegado al marco constitucional de Venezuela y mediando negociaciones con las empresas involucradas".
Las acciones de Cemex perdieron el 3,87%. La cementera mexicana, una de las empresas más grandes del mundo en materiales para la construcción, domina el 52% del mercado venezolano, donde tiene tres plantas para producir 4,6 millones de toneladas de cemento al año y 33 plantas de concreto.