Viernes 04 de Abril de 2008 Edicion impresa pag. 25 > Internacionales
Las FARC descartaron liberar a Betancourt
Dice que sólo un canje humanitario es la salida. Avión francés aguarda en Bogotá para asistirla.

BOGOTÁ (AP)- Rodrigo Granda, conocido como "el canciller de las FARC", dijo en una nota divulgada ayer que los secuestrados sólo serán liberados con un canje por guerrilleros, en un revés a los intentos franceses de conseguir la libertad de la ex candidata presidencial. Ingrid Betancourt.

"Sólo como consecuencia de un canje de prisioneros saldrán libres quienes están cautivos en nuestros campamentos. No es admisible que nos pidan más gestos de paz, cuando después de tantas muestras fehacientes de nuestra voluntad política por encontrar salidas al conflicto, se nos responde con infamias y maleficencia", dijo Granda.

La declaración de Granda fue divulgada por la Agencia Bolivariana de Prensa (ABP), que suele difundir comunicados de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). La nota de Granda pareció cerrar la puerta a la liberación de la ex candidata colombo-francesa Betancourt, retenida por las FARC desde febrero del 2002. "Muchos piden liberación de los 'secuestrados' pero muchos también olvidan que los nuestros, los hijos de los pobres que han luchado como combatientes del ejército del pueblo en busca de la justicia social, están en peores condiciones que los prisioneros que están en manos de las FARC", aseguró Granda.

Y que "nadie pose de inocente, porque todos quienes están como cautivos (de los rebeldes) son responsables del azuzamiento de la guerra. Desde Ingrid en adelante, y valga decir que ninguno de ellos está en peores condiciones que Simón Trinidad o Sonia", o dos altos miembros de las FARC extraditados a Estados Unidos y condenados en cortes de aquel país.

Las FARC siempre han exigido que en un canje de secuestrados por guerrilleros en prisión sean incluidos dos de sus miembros: "Sonia", nombre de combate de Anayibe Rojas, así como "Simón Trinidad", nombre de guerra de Ricardo Palmera. Sonia fue extraditada en 2005 y condenada el año pasado por cargos de tráfico de drogas.

Trinidad, extraditado en 2004, fue condenado en enero último en un tribunal en Washington a 60 años de cárcel por su participación en el secuestro de Keith Stansell, Marc Gonsalves y Tom Howes, tres estadounidenses capturados por las FARC en febrero del 2003 en una región selvática colombiana.

La nota rebelde se conoció horas después que llegara al país una misión de cuatro delegados de Francia en busca de ubicar y brindar atención médica a Betancourt, de 46 años, tanto como a otros retenidos, cuyo estado de salud sería muy grave, según han narrado ex políticos liberados este año por las FARC.

Ni el gobierno de Francia ni el de Colombia han dado información sobre cómo los delegados de la misión intentarían contactarse con los rebeldes o dónde, en un hermetismo que funcionarios de ambos países han explicado en los últimos días como un procedimiento necesario para el éxito de la misión.

Ni París ni Bogotá comentaron de inmediato el pronunciamiento del dirigente rebelde. Granda dijo además que no se producirá un encuentro entre miembros de las FARC y el gobierno del presidente Alvaro Uribe "sin la existencia de una zona de despeje" o una región de donde se evacue a militares y policías para que ambos bandos discutan allí el intercambio de secuestrados por rebeldes.

En el futuro "seguramente nos haremos más exigentes y sólo nos valdrán nuestras propias garantías", dijo Granda, cuyo paradero exacto se desconoce. En un intento por facilitar ese intercambio de al menos 40 secuestrados -entre ellos tres estadounidenses, así como Betancourt, militares y policías colombianos- por cientos de rebeldes encarcelados, el gobierno de Francia pidió al de Colombia excarcelar a Granda, quien salió de una prisión colombiana en junio del 2007.

El guerrillero había sido capturado por agentes encubiertos colombianos en Caracas en diciembre del 2004, en una operación que desató una disputa diplomática entre los dos países.

Las FARC siempre han exigido el despeje o retiro de la fuerza pública de los 180 kilómetros cuadrados de los municipios de Pradera y Florida, en el departamento de Valle del Cauca, al suroeste colombiano.

Pero el gobierno se ha negado asegurando que las FARC pueden liberar a secuestrados, como lo han hecho sin necesidad de despeje y presentó como contraoferta el negociar en cualquier zona rural sin presencia de soldados y policías.

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