NEUQUÉN (AN).- El rostro de Carlos Fuentealba, y las palabras amor, tristeza, bronca e impunidad, graficaron en las paredes del CPEM 69 el sentimiento de los estudiantes de la institución donde el docente daba clases.
A un año de su asesinato, el establecimiento inauguró ayer una muestra que expresa el dolor de toda la institución.
También ayer los docentes, en conjunto con los de otras escuelas del oeste, plantearon una serie de reclamos al Consejo Provincial de Educación.
La muestra es sencilla pero alcanza a reflejar el cariño y el ejemplo que dejó el maestro en la escuela ubicada en el barrio Cuenca XV, una de las zonas más postergadas de la capital. Los pasillos del edificio quedaron repletos de leyendas, poesías, recortes de diarios, y consignas que expresan una ausencia grandísima, y cuestionan al poder político bajo el que pudo ocurrir el crimen hace exactamente un año.
En medio del dolor de la conmemoración, la directora de la escuela, Patricia Varela, junto a Omar Toledo (CPEM 76), Cintia Corroza (CPEM 56; Plottier) y Silvana Cinat (CPEM 54), también exigieron soluciones para las instituciones que encabezan.
Varela señaló que "consideramos que estamos en riesgo educativo", al mencionar una baja en la inversión que impactó en la compra de viandas. "Se están destinando 17 centavos por día para que coman los estudiantes. Esto está generando ausentismo y hemos tenido algunos desmayos en clases de gimnasia", aseguró.
El CPEM 76 está en Melipal, un barrio donde viven 22.000 personas. "Funcionamos en una escuela prestada, la primaria 196. Necesitamos la decisión política de que se construya un nuevo edificio. Presentamos la demanda sin respuesta", dijo Toledo.