LONDRES (DPA) - La reina Isabel II de Inglaterra se mostró solidaria con sus súbditos y los crecientes problemas económicos del país cancelando una costosa fiesta, informó ayer el diario "Mail on Sunday". La monarca decidió cancelar un costoso festejo por su Boda de Diamantes debido a que el pueblo tiene que hacer frente al encarecimiento de la energía, las consecuencias de la crisis crediticia y un estancamiento en ciernes, publicó el rotativo.

Originalmente pretendía celebrar su aniversario de diamantes, que ya festejó en varias ocasiones y con opulencia desde el pasado 20 de noviembre, este fin de semana en el hotel Ritz de Londres. Sin embargo, la monarca de 82 años llegó a la conclusión de una ostentación de lujo de ese tipo en tiempos difíciles era "inadecuada".

La cancelación de la fiesta, sin embargo, disgustó al primer ministro, Gordon Brown, según el rotativo, ya que muchos británicos lo responsabilizan de las dificultades económicas del país y de la pérdida de valor de la libra, debido a los años que ostentó el cargo de ministro de Finanzas.

Su popularidad en las encuestas se encuentra desde hace meses por los suelos.

A la fiesta con motivo del 60 aniversario de boda habían sido invitados 60 amigos además de la familia real. "Todos están ahora decepcionados, pero desde finales del año pasado ya se hablaba mucho de la crisis económica", comentó una fuente de palacio.

En el comunicado de prensa se añade que no se proporcionará ningún comentario sobre la vida privada de la reina".