VIEDMA (AV)- El Poder Ejecutivo elevará a la Legislatura rionegrina un decreto de naturaleza legislativa que atenúe el alto impacto fiscal de las nuevas valuaciones catastrales con el propósito de no resentir la normal recaudación de los impuestos provinciales, sobre todo en el Inmobiliario.

El proyecto apunta a promover un "equilibrio razonable" que corrija los impactos tanto en valuaciones fiscales como en el gravamen determinado para el ejercicio fiscal en curso. El impuesto se calculará tomando como base imponible sólo el 60% de la valuación catastral vigente para el ejercicio 2008. Sobre la nueva base imponible se aplicará la escala de alícuotas actuales.

Al efectuarse el anuncio, el gobierno provincial aclaró que que los valores de las primeras dos cuotas y del pago anual están calculados de acuerdo a la norma que aprobó la Legislatura el año anterior, y por lo tanto no serán modificados ya que el menor impacto tendrá efecto a partir de la tercera cuota.

Aquellos contribuyentes que optaron por el Pago Anual Anticipado, gozarán de un crédito fiscal que se computará para el ejercicio fiscal 2009. En tanto, quienes abonaron las dos primeras cuotas verán reajustados sus recibos en las cuatro cuotas que restan para el ejercicio en curso.

Asimismo, para aquellos contribuyentes que no abonaron las dos primeras cuotas se dispuso la prórroga al viernes pasado respecto de la primer cancelación. El primer vencimiento de la segunda cuota se concretará el 14 de abril próximo y el segundo vencimiento de la segunda

cuota se trasladará al 30 de abril.

La merma en el ingreso por impuesto Inmobiliario a la Dirección de Rentas se notó con las prórrogas dispuestas por el ente recaudador ante la actitud de rebeldía de los contribuyentes, sobre todo en la zona Andina. Los ingresos en febrero bajaron a 3.821.437 sobre 4,8 millones de enero.

La primera cuota del Inmobiliario tiene una facturación de 11,7 millones, que equivale a un 76% superior a su similar del año pasado.

La recaudación de este gravamen evidenció un marcado declive y en consecuencia el Ministerio de Hacienda lanzó para este ejercicio la actualización de las valuaciones, originando subas importantes en los montos tributarios a pesar de que Rentas intentó atenuar ese impacto con varias acciones simultáneas, como la aplicación parcial de los nuevos valores.

Los montos fiscales de los inmuebles estaban demasiados desactualizados, pues la base correspondían a costos de 1980 y solamente se incrementaba por parciales "coeficientes generales". Las distorsiones más marcadas se dieron en Bariloche y Las Grutas con nuevas edificaciones y las fuertes subas del mercado inmobiliario.