Lunes 31 de Marzo de 2008 Edicion impresa pag. 22 > Policiales y Judiciales
Liberaron a los cuatro detenidos por el asalto a la farmacia viedmense

VIEDMA (AV).- El violento asalto con rehenes a una farmacia de esta ciudad durante el fin de semana pasado no tiene aún detenidos y la Policía rionegrina continúa las investigaciones para dar con el paradero de los autores del hecho, según revelaron fuentes policiales.

Los efectivos policiales habían detenido preventivamente a una mujer y tres hombres en el marco de una serie de procedimientos, sin embargo la Justicia debió dejarlos en libertad al observarse que no estaban vinculados inicialmente con la causa. Estas personas, que son oriundas del conurbano bonaerense, se entregaron sin resistencia en una isla ubicada al Oeste de la ciudad, y si bien fueron denunciadas penalmente por usurpación de instalaciones "no se encontraron elementos que pruebe algún grado de ligazón", señalaron los voceros consultados.

Los ahora liberados se dedican a la venta de artesanía y ocupan un precario edificio de la isla "La Porteña", donde los efectivos de la Policía y de Prefectura Naval ni siquiera encontraron armas.

Frente a esta situación, los investigadores anunciaron al juez de Instrucción, Pedro Funes, que las averiguaciones fueron orientadas hacia otros barrios de la ciudad ante la posibilidad de que se trate de delincuentes locales.

Para ello, se les exhibió a los empleados de la farmacia que fueron testigos del hecho una serie de fotografías e identikits con el propósito de reconocer a los sospechosos del asalto del cual, los autores, se llevaron una suma de dinero aún no revelada. También se está revisando el sistema de filmación del local comercial, que permitió registrar algunas escenas de la violenta irrupción durante el sábado pasado.

El hecho se registró en la mañana del sábado cuando al parecer dos delincuentes ingresaron al local denominado "Farmasur" ubicado en la intersección de Moreno y San Martín. Allí apuntaron con una pistola a tres empleados y una ocasional cliente. En ese momento, una persona que controlaba el sistema de computación se trabó en lucha con uno de los malvivientes mientras que el resto de los ocupantes del edificio huían por una puerta.

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