Lunes 31 de Marzo de 2008 Edicion impresa pag. 23 > Policiales y Judiciales
Diez años por un crimen cerca de Chos Malal
La víctima era el dueño de un bar en el paraje La Salada. Dos de los condenados deberán pagar 477.000 pesos

CHOS MALAL (ACHM).- Dos hombres fueron condenados a 10 años de prisión por el homicidio de Mario Campos, un vecino que era empleado municipal en Chos Malal y que poseía un bar en el paraje La Salada, donde se produjo el trágico episodio que culminó con su muerte. Ambos deberán pagarle a la familia de la víctima 477.000 pesos. Otro de los imputados fue condenado a 6 meses de prisión por lesiones leves calificadas por la intervención de un menor, pero recuperará su libertad ya que se encuentra detenido.

En Zapala se realizó el juicio a Benedicto Antonio Rebolledo acusado de homicidio simple agravado por la participación de un menor de edad, Miguel Antonio Cabrera a quien se le imputaba el delito de partícipe primario en homicidio simple en concurso real con lesiones leves, agravados por la participación de un menor y Juan Ceferino Bravo acusado de lesiones leves agravadas por la participación de un menor de edad.

El juicio se extendió por espacio de tres días. El fiscal de Cámara fue Héctor Trova.

Para las camaristas quedó probado que el día 19 de agosto de 2006, aproximadamente a las 20, en un bar propiedad de Mario Campos, y como consecuencia de que uno de los hijos del propietario no permitiera el ingreso a Cabrera al interior del comercio, éste, enojado, insultándolo y contrariando la prohibición, ingresa y mediante señas hace que salgan Benedicto Rebolledo, el menor y Juan Bravo, quienes se encontraban en el interior bebiendo.

Quedó probado además que una vez en el exterior del bar y del predio, los cuatro comenzaron a gritar en contra de Campos empleando diversas expresiones. "Es así como los cuatro integrantes del grupo, encabezados por Cabrera y el mayor de los hermanos Rebolledo vuelven a ingresar a la chacra en donde está el bar y se dirigen hasta un fogón cercano en donde éste último le grita a la esposa de la víctima que se encontraba friendo unas empanadas con su hijo menor en brazos, que si su esposo no salía le iban a matar al niño, al tiempo que le arrebata una espumadera y doblándola la arroja al suelo" señala la sentencia.

Campos que se "encontraba cerca reparando una garrafa que perdía gas, sale y se aproxima al grupo agresor trabándose en lucha con el imputado Cabrera a quien se suma Benedicto Rebolledo quien había extraído un cuchillo de su cintura".

Mientras tanto "Bravo y el menor se toman a golpes" con otra persona de apellido Campos "quien intentando impedir la reyerta le expresa al primero que guardara el cuchillo y peleara a manos limpias. La pelea culminó de la peor manera Bravo guardó el cuchillo y aplicó un botellazo" a una de las personas de apellido Campos que "impacta y lesiona

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