La Orquesta Sinfónica de Neuquén, dependiente de la Fundación Banco Provincia del Neuquén, brindó el pasado viernes en su Auditorio, una velada musical de gran importancia.

Primero fue el "Concierto para Piano y Orquesta en re menor Op. 15" de Johannes Brahms con el concurso de Emilio Peroni como solista. La segunda parte comenzó con el estreno patagónico de "Música para Buenos Aires", del compositor Gustavo Davico, presente en la sala, y luego la "Sinfonía Nº 8 en sol mayor Op. 88" de Antonin Dvorak. Al frente de la Orquesta estuvo el maestro Andrés Tolcachir.

El "Concierto de Brahms" es una obra muy importante desde el punto de vista musical. Es muy melódico a la vez que innovador. En efecto, Brahms, como buen exponente del romanticismo, incluyó algunas novedades en la composición. Si bien respeta la forma tradicional del estilo bajo la forma de sonata: primer y tercer movimientos rápidos y el segundo lento, a lo largo de toda la obra exige a los instrumentistas y al director un gran ejercicio de concentración.

También se diferencia de sus antecesores en que ahora la orquesta no sólo acompaña al solista sino que la orquesta se ve acompañada por él. O sea: el diálogo entre los dos es de singular importancia.

Emilio Peroni mostró su profundo conocimiento de la obra y la interpretó muy bien. Los pasajes de mayor requerimiento técnico los resolvió sin inconvenientes y además, los asistentes pudieron ver en Peroni su gran crecimiento artístico. La Orquesta en un buen nivel y muy bien dirigida por el maestro Tolcachir.

La segunda parte del espectáculo se inició con "Música para Buenos Aires" del compositor Gustavo Davico. Esta es una obra muy atractiva con algunos momentos muy bien logrados. Se nota la atmósfera porteña a lo largo de la partitura. Está compuesta sólo para orquesta de cuerdas donde los guías de cada una de las líneas tienen partes como solistas. Davico compuso y estrenó esta obra hace más de veinte años con una sola corrección en 1992. Realmente atractiva al oído.

El cierre del concierto fue de la mano de la "Sinfonía Nº 8 de Dvorak". Tolcachir y esta Orquesta es la segunda vez que la interpretan y lo han hecho brillantemente.

Horacio San Miguel

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