| BAHÍA BLANCA (Télam).- El capitán de navío retirado Alberto Phillipi, que piloteaba el avión que se accidentó en 1961 y fue hallado recientemente frente a Río Gallegos, también fue derribado por un misil cuando volaba en un Skyhawk A4 durante la Guerra de Malvinas. Se eyectó y tras caer en tierra fue asistido por un habitante de las Malvinas, con quien iniciaron una amistad que aún perdura. El 21 de mayo 1982, Phillipi era el líder de la primera sección de tres aviones A4-Q de la Tercera Escuadrilla Aeronaval. Durante el escape de la isla Soledad, luego de atacar con bombas y hundir al buque HMS "Ardent", una patrulla de aviones Sea Harrier ingleses avistó a los tres reactores argentinos y los atacó. La nave de Phillipi fue alcanzada por un misil y las otras unidades, piloteadas por el entonces teniente de navío José Arca y el teniente de fragata Marcelo Márquez, recibieron impactos. Márquez falleció al explotar su nave, mientras Arca escapó pero se tuvo que eyectar y fue rescatado por un el Ejército Argentino. Phillipi, tras caer, caminó hacia el sur durante tres días, hasta que fue asistido por el estanciero malvinense Tony Blake, quien le ofreció refugio en su casa. "Me trató como a un invitado. Me dio una habitación, ropa, comida y me presentó a su familia". Tras permanecer un día con Blake, el piloto fue acompañado hasta un sector de la isla donde fue rescatado. En noviembre del 2003, Phillipi y Blake se reencontraron en Bahía Blanca y recordaron el suceso. | |