Ojalá uno pudiera dimensionar la producción de los hacedores de música que hay en la región, porque en definitiva de eso se trata, de los que se animan a hacer, de los que se preocupan porque el resto los escuche, de los que piden opiniones y aceptan críticas y de los que día a día ponen un granito de arena para ser mejores.

Y pasaron por esta columna decenas de personas de la región capaces de cantar, de tocar, de decir, de los que hacen del folclore su género preferido y de los que saben lo que cuesta grabar.

Es el caso Miguel Possenti, hombre de Lamarque que al mejor estilo de José Larralde o Argentino Luna, dice lo que piensa con una buena cuota de música, pero con estilo propio. Possenti tiene en su haber dos producciones netamente regionales dignas de escuchar, de esas a las que hay que prestar atención porque son una suma de verdades.

Possenti en su primer trabajo "Decir las cosas cantando" presenta doce temas que reflejan ritmos regionales muy bien logrados, ideal para aquellos que gustan de la música sin estridencias, bien cantada, con buenas guitarras y con buena selección. El mismo Possenti admitió que el fin de ese trabajo es más didáctico.

El logro es bueno, y la presentación es atractiva, una guitarra que se funde en la meseta ilustra la tapa, para en el reverso casi a modo de homenaje, mostrar el cartel que presenta a Lamarque.

En el segundo trabajo, Possenti apunta a lo que él mismo llama "Afectos", justamente el nombre de su propuesta, que está dedicado exclusivamente a los sentimientos de una persona, un buen logro que dedica un espacio importante a los trabajadores golondrinas que forman parte de la masa obrera en la región y en un país como Argentina en el que se ven obligados a migrar en busca de trabajo.

Si tengo que elegir tapas y presentaciones, en "Afectos" la tipografía es un poco más difusa, pero las imágenes son atractivas, me quedo con "Decir las cosas cantando", aunque sólo se trata de detalles.

Possenti presenta sus trabajos con mucha modestia, en voz baja, casi como haciendo culto a su estilo calmo, el mismo que es necesario para conseguir logros como el que él consiguió.

Si me pregunta cómo es, le diría que del estilo de viejos decidores de cosas, como Larralde, como Argentino Luna, pero distinto, tiene personalidad y un sello local que resulta tentador para los seguidores de la música regional. No es para un festival, es para escuchar, no es bailanta ni zamba ni chacarera, es calma, es música para escuchar en detalle.

Possenti vendría a ser un exponente de esa música que pocos se animan a producir, pero que gusta, es decir, la música que no está en todas las disquerías porque se sale del molde, porque no reúne todas las exigencias comerciales de otras, la música hecha a pulmón, la que se graba porque la eligió el mismo autor y no el sello discográfico.

Miguel Possenti es el reflejo del sueño de muchos, aunque en este caso hecho realidad, la realidad que marca el haber grabado para que su obra perdure.

JORGE VERGARA

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