La crisis del Racing parece carecer de todo paliativo.

San Martín (SJ) lo venció 2-1 en un dramático partido que se jugó en el estadio de Lanús a puertas cerradas. La derrota coloca a Racing todavía más al borde de la zona de promoción y con una tendencia extremadamente peligrosa.

Esta caída también compromete la continuidad de Miguel Ángel Micó como entrenador de los académicos. Como si tuvieran pocas dificultades, los albiceleste tuvieron que afrontar el cotejo con cuatro bajas obligatorias por las suspensiones de Gonzalo García, Matías Sánchez, Adrián Bastía y Maxi Moralez.

Otro agravante fue la mudanza forzada hasta el escenario de Lanús, también como consecuencia de los incidentes ocurridos en ocasión del compromiso ante Estudiantes. Sin embargo, un grupo de simpatizantes acompañó desde afuera del estadio la angustiante lucha de Racing por la permanencia. (Ver aparte)

Racing sabía que tenía la responsabilidad de corregir el rumbo e hizo un planteo ofensivo, aunque equilibrado. Así y todo le costó mucho generar juego. Sebastián Arrieta no funcionó en su rol de conductor, y como siempre las mejores llegadas del local fueron por abrir la cancha, sobre todo por intermedio de Claudio Fileppi.

Pero cada vez que Racing perdía la pelota, le quedaba a San Martín la cancha disponible para contraatacar y sacar provecho de sus tres peligrosos delanteros, Giménez, Tonelotto y Bravo.

Brusco despejó sobre la línea un remate de Sava en la más clara de Racing, pero en una de las réplicas de los "verdinegros", a los 32, Bravo se escapó, rechazó mal el paraguayo Marcos Cáceres y Gabriel Mercado barrió una pierna de Giménez cuando intentó rechazar. Del penal se ocupó Brusco y los sanjuaninos se pusieron 1-0.

A los 38 hubo un excelente combinación de San Martín y Bravo la culminó anticipándose a los defensores rivales para batir con un toque mágico y de primera al guardavalla correntino.

A partir de entonces Racing quedó confundido, pero en la segunda parte apareció el corazón y con el descuento de José Chatruc, las esperanzas revivieron.

Con fuerza y coraje acorraló a su rival, pero cuando fue necesario intervino Medrán para garantizar la victoria. El cierre fue emotivo, pero San Martín supo cuidar su ventaja y a Racing le resultó insuficiente su voluntad para ponerle algún remedio a su crisis.