COMALLO (AJ).- Comallo celebra hoy sus 90 años envuelto en el gran desafío que significa el asfalto de la Ruta Nacional 23, cuya construcción aparece muy cercana, y la necesidad de generar producciones alternativas para diversificar la actividad de los horneros y ganaderos y generar nuevas fuentes de trabajo.
Para muchos de los más de 1.500 vecinos que viven en esta localidad sureña, ubicada en una zona lindante entre la meseta y la cordillera, el futuro se presenta muy promisorio y las ganas de crecer y lograr un ansiado despegue aumentan cada día más.
Si bien la ganadería ovina es la principal fuente de recursos económicos y la producción de ladrillos genera importantes ingresos y mano de obra, el crecimiento que ha tenido el pueblo y el promisorio futuro que se avizora con la pavimentación de la principal ruta que atraviesa la Región Sur rionegrina, obliga a quienes hoy tienen la responsabilidad de conducir los destinos de Comallo a buscar nuevas herramientas que permitan potenciar su desarrollo.
Así lo entienden las autoridades municipales y distintas instituciones y vecinos que han puesto en marcha el Consejo de Desarrollo Local con el apoyo y asesoramiento de organismos nacionales y provinciales.
"El asfalto va a tener una importancia muy significativa para toda la región y los comallenses tenemos que estar a la altura de las circunstancias porque sino será una oportunidad que la vamos a ver pasar", señala el intendente Raúl García, en su tercera gestión de gobierno.
Si bien aún no se licitó el tramo Jacobacci-Comallo y se estima que el asfalto pasará por la localidad dentro de dos o tres años, como ha ocurrido en otros pueblos de la zona la demanda de terrenos y el interés de foráneos para radicarse aquí ha crecido en los últimos años. Por eso el municipio intenta readecuar y actualizar las distintas ordenanzas vigentes y promulgar nuevas leyes para afrontar esta demanda.
En este sentido, el jefe comunal admitió que, entre otras cosas, "una empresa chilena ha venido porque quiere instalar en Comallo una fábrica de cerámicos, por ejemplo. Por eso tenemos que actualizar las ordenanzas impositivas, las relacionadas con Catastro, con el cuidado el medio ambiente, etc. Y los vecinos también tienen que ir preparándose y apostar al futuro de Comallo. Si no lo empezamos a hacer ahora, cuando llegue el asfalto ya va a ser tarde", sentencia.
A ello se suma el potencial turístico de la localidad y su zona de influencia en el que se mezclan la difícil y, a la vez, pintoresca geografía con un rico pasado paleontológico y antropológico. Esta riqueza hace soñar a los comallenses con convertirse en un pueblo satélite de Bariloche en este ámbito.