| ¿Por qué? A pesar de que en la última sesión en la Legislatura hubo unanimidad para rechazar el pedido de desafuero al diputado de la Concertación Juan Oltolina, las distintas facciones políticas aprovecharon para generar un nuevo debate. La Concertación atacó al MPN por una cuestión relacionada con la causa en la que se involucraba Oltolina y el MPN destacó la buena voluntad del oficialismo en defender a un diputado opositor. La emepenista Silvia de Otaño, se refirió a la buena predisposición del oficialismo para con el diputado, a quien se dirigió utilizando su segundo nombre, Romildo. A Marcelo Inaudi, jefe de la bancada radical, que seguía en la lista de oradores, le fue imposible continuar con seriedad el debate y en medio de un ataque de risa, se preguntó en voz alta acerca de las razones por las que a su compañero Oltolina lo llamaron "Romildo". Nadie pudo contener la risa y la presidenta de la Cámara, Ana Pechen, que se caracteriza por su formalidad y diplomacia, llamó a un cuarto intermedio, esbozando una sonrisa. De nuevo en el recinto, Inaudi remató aclarando que el apellido de su correligionario se escribe con la letra "l" y no con "r", como muchos pronuncian en forma despectiva. Salitas El miércoles por la noche, cuando llegó el momento de prestar o no acuerdo legislativo a seis nuevos miembros del Poder Judicial, los diputados de la Concertación se levantaron de sus bancas y dejaron el Recinto. La actitud crispó los nervios del presidente del bloque del MPN, José Russo. Fue cuando los 12 diputados de la segunda minoría que se habían levantado volvieron a la Cámara -la justicialista Amalia Jara fue contra la decisión del bloque y permaneció en su banca- que Russo los recibió diciendo que volvían a sus lugares los "compañeros de la salita rosa", insinuando una actitud digna de un jardín de infantes. Russo fue reprendido por la vicegobernadora, Ana Pechen, y luego por el radical Eduardo Benítez, que defendió la posición de su bloque de no participar de la votación y aclaró que no sabía qué "salita" correspondía a cada diputado, sobre todo a los del MPN, "que pasaron por la salita blanca, la azul y la amarilla", en clara alusión a los colores de las listas partidarias. Sustos El diputado radical Marcelo Inaudi se pasó todo el plenario de comisiones advirtiendo acerca de los errores, si se cometen en el proceso previo, podrían derivar en un salvoconducto legal para los vocales del TSJ cuyos pedidos de juicio político debate la Legislatura. "Inaudi es el hombre de la bolsa. Se la pasa asustando", dijo Soledad Martínez, que estaba cerca del referente de la UCR. Pero Russo (MPN), que escuchó la respuesta que en voz baja esgrimió el dirigente de la Concertación ya que estaba sentado a su lado, insinuó que Inaudi era incluso peor que el temible hombre del saco al hombro. "Eso no es nada, Inaudi dice cosas peores", remató Russo. Los niños neuquinos pueden estar tranquilos: ya no se presentará por las noches ese hombre malo que los atacaba en sueños. Según parece, ahora el encargado de la tarea es Inaudi, un diputado que se la pasa de chiste en chiste en la Legislatura. Irreconocible Nadie puede decir que no recuerda el paso por la Legislatura del ex diputado de Libres del Sur, Jesús Escobar. Pelilargo y rebelde, sus discusiones con el diputado ultrasobischista Oscar "Cacho" Gutiérrez fueron constantes. Pero ahora, como funcionario municipal, ya nadie lo reconoce. El bajo perfil se debe a una nueva imagen, que en el caso de Escobar implica además haber dejado de lado una marca registrada: el pelo largo. Ni siquiera lo reconocen sus ex compañeros en la Cámara. Un ex asesor de Escobar intentó, con total éxito, una comprobación práctica de la teoría: como si fuera un desconocido, lo presentó al diputado del PJ Ariel Kogan, quien lo saludó y recién después de varios segundos reconoció a su ex par legislativo. (AN) | |