Atlético Regina necesitaba ganar para seguir afianzándose en la Liga B, y así lo hizo. El "albo" mostró una enorme reacción en el segundo tiempo y por eso le ganó a Independiente de Tandil (87-71).
El juego comenzó mal para los locales. Algo desconcentrados, a los muchachos de Nicosia les costó entrar en partido, y los visitantes lo aprovecharon al máximo.
El base Emmanuel Hartstock fue una verdadera pesadilla en los primeros 20 minutos, al punto que cuando los equipos se fueron al descanso largo había convertido 18 de los 52 puntos de la visita. El otro que estuvo imparable fue García Barros.
En el "albo" hubo poco para destacar y los 10 tantos de diferencias en los dos cuartos iniciales fueron una síntesis elocuente, porque el quinteto reginense no le halló la vuelta al ataque rival.
Pero en el segundo tiempo Atlético fue otro. El ingreso de Marcos Rodeghiero fue determinante ya que se hizo dueño y señor de la zona pintada. El local encontró la solución a sus problemas en el banco de relevos, mejoró muchísimo en defensa y de la mano del goleo de Gustavo España y Piccinini, levantó un partido difícil y se llevó un triunfo bárbaro.