BUENOS AIRES (Télam).- Benjamín Biolay, la gran figura de la nueva canción francesa, actuará el 18 y el 20 de abril ofreciendo dos conciertos en el marco del festival de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI).
Niceto Club será sede de los conciertos de Biolay, que transformó la canción francesa con discos "Negatif" y "Rose Kennedy" y ha sido designado heredero de Serge Gainsbourg. Ambos conciertos comenzarán a las 22 y en ellos Biolay repasará su carrera y mostrara su nuevo disco "Trash Yeyé".
Biolay comenzó su carrera discográfica con el dúo Shelby que integraba con Kere Ann, otra integrante de la nueva camada de cantantes francesas.
Pero además este músico y compositor se ocupó de viejas figuras como el recientemente fallecido Henri Salvador a quien le produjo el álbum "Chambre avec vue (Source)", que reinstaló al veterano entre el público masivo.
Con su disco "Rose Kennedy" del 2001, Biolay sacudió los cimientos de la música francesa, al mezclar el formato tradicional con los aditamentos del pop internacional.
Este disco es un trabajo inspirado en el Clan Kennedy y su trágica trayectoria, y le permitió a Biolay recibir excelentes críticas dentro y fuera de su país.
A lo largo de su carrera, Biolay produjo canciones para Francois Hardy, una de las figuras tradicionales de la canción francesa y ex amante de Gainsbourg. Además, "comete el pecado" de casarse con la perturbadora Chiara Mastroianni, hija de Catherine Deneuve y Marcelo Mastroianni, con la que más tarde editaría un álbum.
En el 2003 edita el doble "Negatif", en el que aparece más vinculado al pop anglosajón y a la música electrónica, para más tarde publicar "Home" el disco con Chiara, que tiene influencias del rock y el country estadounidense.
Su vínculo con el rock se vería afianzado a través de "A L'Origine", un disco más oscuro, demostración tangible de su carácter anticonformista y de su tan personal universo creativo.
Casi tres años después, en 2007, Biolay editó su cuarto disco de estudio, "Trash Yeyé", ideado como un trabajo que él mismo hubiese podido grabar con sus propios medios.
Sin recurrir a grandes presupuestos ni a maratónicas sesiones de estudio, este álbum representa el regreso del Biolay más pop, luminoso, cautivante y sereno.