Viernes 28 de Marzo de 2008 Edicion impresa pag. 32 > Policiales y Judiciales
El juez Labate reclamó más controles en la terminal de colectivos

NEUQUÉN (AN).- "La falta de control en las terminales de colectivos favorecen el delito y la inseguridad", afirmó ayer el juez federal Guillermo Labate. El magistrado volvió a reclamar que instalen un escáner para controlar el contenido de las encomiendas.

Labate habló con "Río Negro" el día después de que se detectara un cargamento de casi siete kilos de marihuana en una encomienda despachada desde la provincia de Buenos Aires por una empresa de trasporte de pasajeros.

El juez aseguró que "la droga llega por encomienda desde Misiones a la provincia de Buenos Aires, y de allí se distribuye a todo el país. ¿Por qué es tan difícil que pongan escáners en las terminales para revisar el contenido de los paquetes, igual que en los aeropuertos?", se preguntó.

"El costo no puede ser la excusa; con lo que gasta de luz un día la terminal se puede pagar", agregó.

Las encomiendas "van y vienen sin control, no le piden documento al que despacha ni al que la retira. No sólo transportan droga, también hemos detectado explosivos como gelamón, o material biológico. Y hemos tenido casos de pasajeros intoxicados por emanaciones de un paquete que iba en la bodega del colectivo", agregó.

La presencia del perro entrenado del departamento Toxicomanía en la terminal no alcanza a cubrir la falta de un escáner, porque el animal no resulta efectivo después de cierto período de tiempo ya que se desorienta con los olores.

De todos modos "Bando", un labrador de dos años, viene dando buenos resultados.

El miércoles detectó la presencia de la droga pese a que los ladrillos estaban cubiertos de pasta dental para tapar el característico aroma de la marihuana y de esa manera despistar en los controles.

Respecto del hecho puntual, Labate dijo que la encomienda provenía de la localidad bonaerense de San Justo. "Tenemos una línea de trabajo abierta", se limitó a informar para no entorpecer la investigación.

En el paquete figura como remitente una mujer y como destinatario un hombre residente en Neuquén, pero se trata de confirmar si son personas reales o nombres falsos.

La encomienda venía en los baúles de un trasporte de pasajeros de larga distancia. Si el perro no la detectaba, el destinatario la podría haber retirado sin inconvenientes.

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