PEKÍN/LONDRES (DPA) - Una osada protesta fue realizada ayer por un grupo de monjes en Lhasa, la capital del Tíbet, en contra del dominio chino sobre esta región del Himalaya, ante periodistas extranjeros, en tanto continúa el debate sobre un boicot a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín.

Los alrededor de 30 monjes tibetanos aprovecharon la visita de 26 corresponsales a Lhasa para realizar la manifestación en la plaza donde se encuentra el templo budista de Jokhang, en el corazón de Lhasa, según informaron los periodistas extranjeros que participan en el viaje, organizado por las autoridades chinas. "¡El Tíbet no es libre! ¡El Tíbet no es libre!", exclamaba un

joven monje budista, que luego rompió a llorar ante las cámaras de la BBC.

Según los monjes, las tropas que llevaban vigilando el templo desde el 14 de marzo, cuando comenzaron los violentos disturbios, se retiraron justo antes de la visita de los reporteros. "No les crean nada. Ellos sólo los engañan, ellos mienten", les dijeron los monjes a los corresponsales, que eran acompañados de cerca por los funcionarios chinos . Otros monjes negaron que el líder espiritual tibetano en el exilio Dalai Lama haya instigado las protestas.