RÍO COLORADO (ARC).- El método que seleccionó la empresa Río Tinto para manejar los residuos que arrojará la producción de potasio en la provincia de Mendoza no ofrece garantías al Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco).
Así se lo han hecho saber a través de un informe sectorial que se elevó a las autoridades de esa provincia con observaciones puntuales, entre las que se destacan las relacionadas con el destino que se le dará a los residuos, conformados principalmente por cloruro de sodio.
Según informó a este medio el gerente técnico del comité, Juan Enrique Perl, si bien la explotación en sí misma comenzará dentro de dos o tres años, el organismo competente estima conveniente difundir las observaciones con tiempo para que se tomen las medidas del caso.
La preocupación del Coirco se basa fundamentalmente en que sería tan importante el volumen de los residuos que alcanzaría a cubrir una superficie de 200 hectáreas con una altura de 50 metros durante su vida útil.
A esto hay que sumarle una situación topográfica desfavorable, porque está muy por encima dentro de la cuenca y con cañadones que hacen descarga directa, ya sea por superficie o subterránea a través de conexión que tiene con el valle del río.
Vale mencionar que esta explotación tiene, además de la producción de potasio, una serie de residuos muy importantes, porque en realidad lo que sale es cloruro de potasio de las profundidades, luego se hace una separación en superficie y queda como residuo el cloruro de sodio.
La empresa ha propuesto dejarlos en superficie, impermeabilizando el suelo con una membrana."Para nosotros (ese sistema) no ofrece las garantías necesarias en una explotación que va a tener cuarenta años mínimo de vida útil", afirman desde el Coirco. Esto porque ante cualquier eventualidad, como la rotura de la membrana plástica o lluvias intensas, podría provocar el arrastre con altas concentraciones salinas hacia el Colorado.
Por tal motivo el Coirco ha planteado que se dé otro tratamiento al residuo, ya sea transfiriéndolo a otra zona o en su defecto, hacer una reinyección a las cavernas de donde se saca el producto, considerado a nivel mundial como el método más seguro. Esto quiere decir devolverlo al lugar de donde se sacó la materia prima, con todos los controles debidos para que no contamine ni la superficie ni el suelo en profundidad.
Desde el propio Coirco se señaló que este proyecto de ingeniería se viene analizando desde hace un tiempo y que ha sido presentado en Mendoza para la autorización de la explotación.
El área en cuestión está ubicada en el departamento de Malargüe, al sur de esa provincia, a poca distancia de un afluente del río Colorado, y dentro de la llamada cuenca del Colorado.