Hace diez años causó una verdadera y nueva revolución sexual. Llegó para cubrir necesidades, fantasías, enfermedades y mucho más. La famosa -criticada por algunos, muy apreciada por otros y casi milagrosa para la mayoría- "pastillita azul" se abrió camino en el mundo de la pandemia de la "disfunción sexual eréctil". Se trata del "viagra", que vino a garantizar la erección masculina y ayer cumplió los primeros diez años de su aparición en el mercado.
Fue creada por los laboratorios Pfizer y se convirtió en un negocio que mueve millones de dólares en todo el mundo. Es que los problemas, en hombres de distinta edad, son crecientes y la tentación es grande: produce efecto a la hora de su ingesta -en el caso de comprimidos- y en sólo en 15 minutos para su versión masticable.
El 27 de marzo de 1998, la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FDA) estadounidense aprobó el uso de una pequeña píldora azul para ayudar a combatir el azote de un problema médico de nuevo cuño: la disfunción eréctil. La impotencia, tal como se llamaba antes a esta situación, se convirtió en algo del pasado gracias al gigante farmacéutico Pfizer. Sus científicos crearon una nueva droga sexual milagrosa. En los años '80 habían fabricado el citrato de sildenafilo en su esfuerzo por desarrollar un medicamento que mejorara el fluir de la sangre al corazón. Y se encontraron con que algunos de los participantes en la experimentación les hablaban de los efectos secundarios inesperados y les pedían quedarse con algunas píldoras al final de las pruebas clínicas.
Diez años después, Viagra es la marca de medicamento más famosa del mundo y una de las mayores fuentes de ingresos de la compañía. Tan sólo en su primer mes en el mercado fue prescripta 500.000 veces y generó una auténtica estampida en Asia, donde se informó que los hombres pagaban hasta 100 dólares por una pastilla antes de que fuera aprobada legalmente. El año pasado, Viagra reportó 1.700 millones de dólares a Pfizer.
El medicamento fue prescripto a un estimado de 30 millones de hombres, e incalculables millones más la tomaron sin ninguna receta, en búsqueda de un mayor vigor sexual. Al viagra se le atribuye la salvación de miles de matrimonios y la ruptura de otros miles. Hace poco también se dijo que logró la salvación de un niño que sufría hipertensión pulmonar. Los científicos incluso mostraron que una pequeña dosis evita que se marchiten las flores.
"Hoy, a 10 años de la aparición del viagra, el panorama para todos aquellos que padecen de disfunción sexual eréctil cambió radicalmente. Antes sólo había dos caminos que eran largos y casi traumáticos, que era una inyección directamente sobre el pene antes de una relación o un tratamiento más prolongado, pero esta droga revolucionó todo. Al principio era costosa y costaba conseguirla, pero hasta eso hoy cambió", comentó Lucas Peacock, especialista en Urología de un centro médico de Roca. "Ahora aparecieron otras nuevas drogas, inclusive, que mejoran algunas cualidades de aquella droga, como el taladafilo o vardenafil, que prolongan el tiempo de acción aunque con un costo mayor", señaló el profesional.
El profesional mencionó que, en la región, 6 de cada 10 pacientes mayores de 50 años sufre disfunción sexual. Sin embargo, sostuvo que en la mayor cantidad de casos los consumidores más frecuentes suelen ser desde jóvenes, de 17 ó 18 años, hasta adultos de 40 y 45 en adelante.
"Antes tenía muy mala prensa todo esto, pero la situación hoy cambió. En general no tiene reacciones adversas, y en muchos jóvenes no está mal prescripta ya que si bien algunos sólo pretenden asegurar una buena relación sexual, sobre todo en las primeras citas, hay muchos pacientes que por estos problemas padecen de un bloqueo psicológico", indicó Peacock.
Pero además, resaltó el profesional, más allá de estos problemas puntuales, el viagra también vino a aportar una solución a pacientes que padecen otro tipo de enfermedades, como diabetes, hipertensión e hipercolesterolemia. (DPA / AR)
