ROCA (AR).- Un insólito intento de fuga, que no tienen precedentes en la ex alcaidía de Roca, se registró ayer por la tarde cuando dos internos intentaron fugarse dentro de sendas bolsas que eran llevadas al exterior del penal por otros reclusos. Sin embargo, la maniobra fue advertida por uno de los celadores que notó que uno de los "bolseros" estaba haciendo demasiada fuerza y le impidió cruzar la puerta principal, desbaratando de esa manera, el intento de fuga.
Todas las tardes, presos de confianza sacan bolsas de importantes dimensiones, en las que llevan botellas vacías. Las dejan fuera de la cárcel, porque luego pasa un camión a recogerlas, y a cambio dejan dinero.
Pero ayer por la tarde, daba la impresión que las bolsas pesaban demasiado. No se sabe cómo, la requisa fue eludida, pero el esfuerzo que hacía uno de los internos para llevar la carga de supuestas botellas, llamó la atención.
Cuando los celadores fueron a abrir las bolsas, de cada una de ellas salieron dos presos armados con claras intenciones de lograr a toda costa el propósito de fugarse. Sin embargo, no lo pudieron hacer y la fuga fue abortada. Uno de ellos estaba armado con dos "facas", mientras que el restante tenía un cuchillo de mango blanco que había sido robado del sector de cocina.
Por fortuna, en ese sector se encontraban guardias jóvenes y ágiles que lograron evitar los puntazos que les lanzaron los presos. "Por suerte no fueron alcanzados, porque sino, esto podría haber terminado en una tragedia", señaló una fuente consultada.
Pero el enfrentamiento con los guardias no se hizo esperar, y uno de los internos, tuvo que ser hospitalizado debido a la paliza que habría recibido.
El interno que llevó la peor parte fue identificado como Fabián Valenzuela, alias "Boca de chaucha". Ayer al anochecer estaba en observación en el "López Lima" de esta ciudad. Trascendió que no había sufrido fracturas. La paliza habría sido observada por al menos un interno, quien pedía que cesaran los golpes.
Del otro preso que intentó fugarse, no trascendió la identidad, y si bien habría recibido golpes, las lesiones no serían tantas como las sufridas por Valenzuela.
Con relación a la fuga del miércoles a la tarde, en la que un interno que se encontraba en horario de recreo, logró cortar un alambrado, y tras escalar el muro con un gancho y aparentemente lesionar a un guardia que se encontraba en una de las garitas del murallón oeste, se descolgó y se perdió en el vecindario en medio de una lluvia de balas de goma, tal como informó "Río Negro" en su edición de ayer. Se trata de Guido Ferrada, un joven de 19 años.