NEUQUÉN (AN).- Un hombre fue asesinado de un balazo ayer a la madrugada en su vivienda del barrio Almafuerte II, aunque su cuerpo fue hallado durante la mañana, y se presume que los autores fueron dos sujetos que hasta anoche no estaban identificados. El móvil habría sido el robo de una moto pero la Policía no descarta otras hipótesis.
La víctima fue identificada como Deymar Benedicto Yarvi Medinaceli (30), oriundo de Bolivia, y es el séptimo crimen que ocurre en esa zona en lo que va del año.
Yarvi Medinaceli residía en la manzana Ñ lote 19 del barrio que se levantó a partir de una toma. De acuerdo a las primeras investigaciones, los agresores le dispararon en la pierna izquierda, la bala le cortó la arteria femoral y murió desangrado.
Según lo revelado por fuentes policiales Medinaceli estaba durmiendo cuando fue sorprendido por un par de sujetos que buscaban, supuestamente, apropiarse de su motocicleta Motomel de 110 centímetros cúbicos, que hacía ocho meses que había adquirido.
En ese instante se inició una discusión a la que puso fin uno de los individuos con un disparo de un arma de grueso calibre que impactó en la pierna del hombre, para luego darse a la fuga con el rodado.
Nadie en el barrio se percató de lo sucedido durante la noche y a primera hora de la mañana de ayer un vecino denunció en la Comisaría 18 que la puerta de la casa de Medinaceli se encontraba abierta.
Al llegar el móvil policial e ingresar en el domicilio encontraron al hombre boca abajo en el suelo en medio de un charco de sangre.
De inmediato se dio parte a la fiscal Sandra González Taboada, a cargo de la fiscalía de Graves Atentados Contra las Personas, quien llegó hasta el lugar del crimen y verificó que se trataba de una muerte violenta con arma de fuego.
Las pericias médicas realizadas sobre el cadáver determinaron que el deceso se produjo por una grave afección de la arteria femoral de la pierna izquierda producido por un único disparo. El calibre del arma todavía no está determinado pero se trataría de una 38, 45 o una 9 milímetros.
El padre de la víctima, Eriberto Yarvi, se enteró de la muerte de su hijo a través de un vecino por lo que de inmediato concurrió al barrio.
Una vez allí descartó la posibilidad de que se tratase de un posible ajuste de cuentas, aclaró que su hijo era muy religioso ya que asistía todos los fines de semana a la iglesia evangelista ubicada en diagonal España, que lo único que tenía era la moto que se llevaron los delincuentes y que sólo iba a dormir a esa vivienda, ya que se la pasaba trabajando todo el día en el mercado de pulgas situado en uno de los extremos del Parque Central.
Mario, vecino más inmediato al domicilio del hombre asesinado, explicó que "sólo escuché una discusión pero en el barrio imaginate que es moneda corriente que se arme griterío, así que ni me levanté. Lo raro es que no se escucharon disparos".
En tanto, unos primos del fallecido que llegaron hasta la vivienda del Almafuerte II cerca del mediodía, cuando acudió la ambulancia a retirar el cadaver, manifestaron entre lágrimas: "Queremos Justicia. ¿Cómo puede ser que por una moto le hayan hecho esto?".