Jueves 27 de Marzo de 2008 Edicion impresa pag. 02 y 03 > Nacionales
La tensión no cede y los gobernadores buscan recomponer diálogo
Intentan un acercamiento entre el gobierno y entidades agrarias. Empresas paralizan micros y crece la falta de productos en góndolas. Siguieron los cacerolazos y hubo incidentes en Plaza de Mayo.

Los gobernadores de las principales provincias agropecuarias llevaron adelante ayer las gestiones para lograr un acercamiento entre el gobierno nacional y las entidades del campo, ante la ausencia de señales en ese sentido por parte de los dos sectores en pugna.

El gobierno, a través del ministro de Economía Martín Lousteau, ratificó la política de retenciones móviles para el sector rural con el argumento de que abaratan los alimentos. El titular del Palacio de Hacienda también negó la posibilidad de su renuncia.

Mientras tanto, la protesta se agravó y amenaza con paralizar servicios y comercio. Las empresas de transporte de pasajeros comenzaron a suspender las partidas de micros de larga distancia a raíz de los cortes de ruta que encabezan los ruralistas.

A esta situación caótica, se sumaron los signos de desabastecimientos de alimentos en todo el país.

Cientos de protestas con cacerolas, bocinazos y presencia de público en las calles se multiplicaron ayer en la Capital Federal y el interior del país, las que a su vez intentaron se contrarrestadas por grupos de piqueteros y sindicalistas kirchneristas.

En Río Negro, la protesta más fuerte de productores se registró en Viedma, donde retuvieron camiones en la ruta 3. Cortes parciales hubo en Valle Medio y movilizaciones desde Regina a Cipolletti. También se reprodujeron las manifestaciones en Neuquén y Centenario.

En Capital, la Plaza de Mayo volvió a ser el objetivo de grupos a favor de la protesta agraria y militantes oficialistas, que rivalizaron por su poder de convocatoria. Tres personas resultaron con heridas leves a raíz de los incidentes. Una persona que increpó al titular de la Federación Tierra y Vivienda, Luis D'Elía, a quien le gritó "ladrón" y lo calificó como la "Triple A de Kirchner", fue golpeado en la cara, en tanto que un simpatizante kirchnerista recibió un cacerolazo en la nuca. A la vez, al ingresar a la plaza la columna de respaldo al gobierno fue agredido otro manifestante que se expresaba en contra de las protestas del campo. Los incidentes se dieron en medio de la ausencia policial.

Los mandatarios de Buenos Aires, Daniel Scioli, y de Entre Ríos, Sergio Urribarri, mantuvieron varios encuentros con la presidenta

Cristina Fernández, y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quienes les habrían solicitado que fueran los "articuladores" de las negociaciones con la dirigencia agropecuaria.

Los gobernadores surgen así como la carta de negociación del gobierno nacional, luego de que tanto la presidenta cuanto sus funcionarios mostraran una postura intransigente y manifestaran que la condición para retomar el diálogo es el levantamiento de los cortes de ruta, pedido que es rechazado no ya por las entidades sino por los propios productores autoconvocados.

El santafesino Hermes Binner y el cordobés Juan Schiaretti mantuvieron sendos contactos con dirigentes ruralistas de sus provincias, en tanto fuera del ámbito político, la Iglesia Católica y la fe judía, a través de la DAIA, hicieron urgentes llamamientos al Gobierno para que se avengan al diálogo con el campo.

A pesar de esas señales, persistieron las posturas intransigentes del gobierno y los productores rurales. En ese sentido, el ministro Aníbal Fernández, advirtió que irá "preso" el productor agropecuario que corte la ruta para impedir el paso de camiones con mercaderías.

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