NEUQUÉN (AN).- El gobernador neuquino, Jorge Sapag, aludió ayer cuidadosamente al conflicto entre sectores del campo y el gobierno que encabeza Cristina Fernández de Kirchner.

El mandatario no mantuvo un contacto con la prensa, pero hizo referencia a la situación durante el final de su discurso en un acto en la Casa de Gobierno.

"Son tiempos difíciles para la República. Tiempos de confrontación. Queremos llevar palabras de mucha prudencia, de mucho aliento. Aliento a vivir en un marco de de paz, de convivencia, destinado a la producción y al camino del trabajo y la paz", afirmó el gobernador, que mantiene una muy buena relación con el gobierno nacional, a diferencia de su antecesor, Jorge Sobisch.

Con una notable cautela en sus palabras, en las que no incluyó alusiones directas en ningún momento a los sectores en disputa, abogó por una solución al conflicto que "nos encuentre a todos los argentinos no confrontando, sino viendo de qué manera debemos generar fuentes de trabajo genuinas, para la dignidad y mejor calidad de vida de nuestros habitantes".

Para el gobierno neuquino fijar una postura es complejo. Por un lado, le está pidiendo a la Nación una refinanciación de su deuda pública, y por otro lado, quiere evitar generar conflictos políticos ideológicos por tomar una postura definida dentro de la provincia.