NEUQUÉN (AN).- "Bando", el perro del departamento Toxicomanía, sigue sumando logros. Ayer detectó un cargamento de casi siete kilos de marihuana que venían ocultos en una encomienda. El labrador no se dejó engañar ni siquiera por la capa de pasta dental que recubría los paquetes para atenuar su característico olor.

La detección de la encomienda, que fue despachada desde el Gran Buenos Aires con destino final Neuquén capital, abrió una nueva investigación para tratar de determinar quién es el remitente y quién el destinatario. Hasta anoche no se habrían producido allanamientos ni detenciones.

El operativo se realizó ayer a las 13 en la Estación Terminal de Ómnibus de Neuquén (ETON) como parte de un procedimiento de rutina. El jefe del departamento Toxicomanía de la Policía provincial, comisario Antonio Andrada, explicó que estos controles son habituales.

"Bando" se encargó de olfatear en todas las encomiendas que bajaban de los micros de larga distancia, y se mostró excitado con una en particular que por fuera no tenía ningún detalle que llamara la atención.

Como el perro "marcó" ese paquete, se dispuso su secuestro y se lo trasladó hasta el despacho del juez federal Guillermo Labate donde se procedió a abrirlo. Y en el interior encontraron los ladrillos cuidadosamente envueltos, acomodados entre planchas de telgopor y cubiertos por una capa de pasta dental.

"Es un método que utilizan para taparle el olor; a

veces le ponen café e incluso pañales descartables usados", explicó Andrada. "Pero no pudieron engañar al perro", agregó.

Al pesarlos, establecieron que los ladrillos superaban los 6 kilos y medio, aproximándose a los siete. Esto lo convierte en uno de los secuestros más importantes de los últimos meses.

Andrada dijo que "representa entre 7 y 10 mil pesos al mayorista. Hay que tener en cuenta que el gramo se vende a 2 pesos en el mercado minorista".

Otras fuentes del departamento señalaron que la remitente es una mujer y el destinatario un hombre, pero hasta anoche no se había confirmado si pertenecen a personas reales o son nombres falsos. También se supo que rastrearán en las guías de la empresa de transporte de pasajeros para buscar otros envíos con los mismos nombres.

Andrada dijo también que es muy sencillo enviar droga por encomienda, ya que en las terminales de colectivos no hay escáneres que permitan detectarla. "Incluso mandan materiales inflamables o radiactivos. Nadie controla lo que hay en los paquetes", dijo. Por último señaló que seguirán con los procedimientos.