BUENOS AIRES (ABA).- El economista Javier González Fraga, con influencia en la formación del ministro de Economía, Martín Lousteau, afirmó que los productores triunfaron en la pulseada, pero como es imposible que el gobierno dé marcha atrás deben llamar a un cuarto intermedio para evitar riesgos mayores.
"El conflicto no es por las retenciones, ni hay solidaridad con los sojeros: es contra el maltrato y por la desilusión que generó el comienzo de gestión de Cristina", dijo el ex titular del Banco Central que acompañó en las últimas elecciones a Roberto Lavagna.
-¿Cómo explica semejante nivel de tensión por las retenciones?
-Esa medida fue la gota que rebalsó el vaso, pero el conflicto se debe a una acumulación de descalificación y mal trato hacia el campo que empezó en 2005 con la prohibición de exportar carne.
-De eso pasó bastante tiempo, ¿y después?
-El comienzo del mandato de Cristina generó una ilusión que se rompió con el último anuncio, especialmente porque aplicar retenciones móviles es como decir: "lo que ganás ahora es lo máximo que vas a ganar en tu vida". Se puede aplicar un precio máximo cuando estás lejos del mismo. Cuando lo tenés encima y lo anuncias para cuatro años provoca desilusión.
-¿Cree que la protesta se originó en la solidaridad del sector con los sojeros?
-No hay solidaridad, porque los tamberos y ganaderos se benefician con las retenciones ya que pueden comprar maíz más barato y alquilar a precios más bajos los campos. Lo que hay es bronca, el sentimiento del interior es: "se están quedando con toda
mi plata y después los gobernadores pasan a mendigar a la Casa Rosada".
-El oficialismo se defiende destacando el subsidio al gasoil y otros beneficios que le concedieron al campo.
-Eso es cierto, pero es solo el debate de las retenciones que había que ajustarlas pues, en algún caso, el tipo de cambio neto en términos reales para la soja estaba por debajo de 2001. La cuenta es complicada, pero la cuestión, reitero, es más profunda.
-¿El gobierno dará marcha atrás?
-Eso es imposible. Un gobierno que a los 3 meses da una señal de debilidad, en los siguientes 3 años y 9 meses nadie lo toma en serio.
-¿Y entonces?
-El campo ha ganado, obtuvo una difusión del conflicto que nunca soñó, logró la adhesión enorme de las ciudades. Ahora debería llamar a un cuarto intermedio, liberar rutas por tres semanas y pedirle al gobierno discutir todos los temas: La coparticipación, precios máximos, las limitaciones a exportar y acordar un conjunto de medidas de largo plazo para alentar a la agroindustria.
-Si el campo no procede como usted sugiere, ¿qué podría suceder?
-Corre el riesgo de provocar dos cosas: Un accidente fatal, una muerte, puede desnaturalizar el paro, por otra parte si en un par de días hay desabastecimiento en las grandes ciudades, no se lo van a perdonar.
-¿Lo sorprendió el énfasis con que Guillermo Lousteau (con quien escribieron un libro) anunció y argumentó éstas medidas?
-El pone la cara, pero los autores de esta política son Néstor Kirchner y Guillermo Moreno.
