ZAPALA (AZ).-La Cámara de Juicio en lo Criminal de esta ciudad condenó ayer a cuatro años de prisión a Sebastián Herrera por el delito de lesiones graves cometidas en perjuicio de Juan José Calderón.

El hecho ocurrió el 8 de abril del año pasado a la salida del boliche bailable "Royal" y el agresor le aplicó numerosos puntazos a la víctima utilizando un cortaplumas.

El fiscal Héctor Trova había pedido ocho años de cárcel argumentando que se trató de un homicidio en grado de tentativa, mientras que el defensor Augusto Díaz Gómez solicitó la absolución de Herrera por ese cargo.

En el fallo, el camarista Oscar Rodeiro solicitó que se giren las actuaciones a la fiscalía con el objeto de investigar la conducta de los policías que se encontraban de custodia y no intervinieron para frenar la pelea.

Para los jueces quedó probado que el 8 de abril de 2007 alrededor de las 4 de la madrugada frente al local "Royal", Herrera arremete contra Calderón utilizando un cortaplumas. Luego de trabarse en lucha, el agresor logra aplicarle varios puntazos en diferentes partes del cuerpo, una de las cuales penetra en la zona inguinal lastimando paquete vascular femoral y otra en abdomen inferior, las que pusieron en peligro real y efectivo la vida de Calderón.

En su relato, Herrera reconoció haber herido a la víctima pero advirtió que el arma no le pertenecía sino que en realidad era de Calderón. También negó que haya querido darle muerte a su oponente argumentando que dejó de pelear por su cuenta sin que nada le impidiera continuar.

Todos los testigos sostuvieron que la policía no actuó para frenar la pelea dando por tierra con la versión que entregó uno de los uniformados, quien había dicho que Herrera huyó cuando recibió la voz de alto de la patrulla.

"Si de por sí resulta dudoso que en el fragor de la lucha, Herrera haya girado su cabeza y advertido que la policía se acercaba, que se puede decir si a ello le sumamos que ninguno de los testigos dijo haber escuchado la frase: alto, policía" señaló Rodeiro.

En este sentido aseguró que "no puede afirmarse que el desistimiento de Herrera haya sido motivado en causas ajenas a su voluntad".

Sin embargo afirmó que Herrera "debe responder por los delitos consumados hasta el momento de desistir del conato homicida, esto es, las lesiones sufridas por Calderón".