SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En la reapertura del debate donde se investiga el homicidio de Richard Inostroza, ocurrido el 9 de noviembre de 2003, y tras la declaración de tres vecinos del barrio 28 de Abril, que aportaron muy poco al esclarecimiento del caso, un testigo presencial comprometió seriamente al acusado, porque lo hizo responsable directo del homicidio.
Después de pedirle disculpas al procesado, "porque eso no fue un robo", Gustavo Hernández señaló a Juan Carlos Huenchulao como autor del disparo que mató a Richard, de 14 años, "porque cayó un nene que no tiene nada que ver".
A Huenchulao, a quien apodan "Manota", de 25 años, le imputan que a las 21.30 del 10 de noviembre de 2003 efectuó varios disparos con un arma calibre 22 hacia un grupo de personas que estaba frente a la despensa "Gaby", en el barrio 28 de Abril, provocando que uno de los proyectiles diera en el cuerpo de Richard. El disparo le ocasionó al menor una herida con perforación en el pulmón derecho y en el corazón, y el proyectil se alojó entre la novena y décima vértebra dorsal, y causó lesiones que produjeron la muerte inmediata del chico. Varios testigos presenciales señalaron desde el primer momento a Huenchulao como responsable del crimen, y otros sólo declararon sobre aspectos parciales del suceso.
En la acusación subrayaron que en el lugar del hecho advirtieron "la presencia de numerosos proyectiles de plomo desnudo y cartuchos completos, dando cuenta del despliegue de fuego que se produjo en la escena del hecho", pero vale aclarar que en ese mismo escenario hubo un tiroteo una semana antes, y que el último domingo efectuaron disparos de arma de fuego en tres oportunidades.
Gustavo Hernández integraba el grupo que bebía cerveza frente a la despensa "Gaby" el día del suceso, donde cayó Richard tras recibir un disparo en el pecho. "Llegó Manota con unos amigos y comenzó a tirar. El primero no le salió, y el segundo le dio al chico", refirió con seguridad el testigo, quien recordó también que "el nene estaba al lado mío".
Hernández comentó que le habían pedido a Richard que se fuera del lugar, en tres o cuatro oportunidades, "para que no le pase nada", y que Huenchulao tenía problemas con el "Pelado" (Víctor) Oyarzo, quien ingresaba su grupo. Aseguró que ni él ni Oyarzo estaban armados, y encaró al imputado para decirle "esto no fue un robo. Te pido disculpas, pero el nene no tenía nada que ver". El testigo hacía referencia al código de silencio que se debe mantener en ciertos ambientes cuando se está en conocimiento de un delito, pero diferenció el caso porque había muerto un inocente, ajeno a todo conflicto entre grupos o patotas.
"Manota", no negó ni asintió ante la acusación, y se limitó a indicarle al testigo "no me lo digas a mí, decíselo a ellos", en referencia al tribunal.
Luego de esta declaración el tribunal resolvió aplazar el debate hasta el 31 de marzo, y citar a otros tres testigos presenciales, entre ellos dos que eran menores cuando ocurrió el suceso.
