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El desarrollo urbano y el medio ambiente | ||
Dina Huapi cuenta con un plan rector que ordena el ejido en torno a un centro urbano, con mayor concentración poblacional, y prevé fraccionamientos con lotes de mayor superficie en toda la periferia de la futura ciudad. Este concepto general plasmado en el código de Edificación del 2000 -que la provincia tardó tres años en aprobar- crea una franja verde destinada a amortiguar el posible expansión urbana de Bariloche sobre la margen oeste, y mantener el equilibrio ambiental y paisajístico del ejido dinahuapense. "El crecimiento de Dina Huapi está bastante planificado" aseguró a "Río Negro" la secretaria de Obras Públicas, Mónica Balseiro, quien señaló que los índices de la construcción se triplicaron en los últimos años. En 2000 se registraron 40 expedientes de obra, cifra que se mantuvo sin mayores variantes hasta 2005 que trepó a 60 presentaciones, en 2006 llegó a 97 expediente y el año pasado alcanzó el record de 130 tramitaciones. Cifras relevantes para una población de 5.300 habitantes. Ese índice corre a la par del interés demostrado en los últimos dos o tres años por el inquieto mercado inmobiliario cordillerano, que comenzó a proyectar importantes loteos a orillas del río Limay y subdivisiones urbanas en las grandes parcelas que dibujan espacios verdes transitorios. "En Dina Huapi no se va a hacer ningún loteo que no cuente con la respectiva autorización y estudio de impacto ambiental" advirtió la funcionaria. Dentro de la planificación trazada la localidad cuenta con un importante adelanto urbanístico respecto de sus pares lacustres, la extensa franja costera del Nahuel Huapi fue preservada como espacio público. Las playas cuentan con multiples accesos, una amplia zona parquizada y se pueden transitar libremente desde la desembocadura del Ñirihuau hasta la naciente del Limay. Uno de los desafíos ambientales que integrará la agenda del futuro gobierno municipal será acordar con sus pares de Bariloche una regulación específica sobre las costas del río Ñirihuau, limite natural que separa los dos ejidos. El cambiante curso de agua, que modifica su paisaje costero cada año, conserva ambas márgenes sin urbanizar, con grandes lotes pastoriles de singular belleza. Las diferencias de planificación urbanística a uno y otro lado del río son significativas, sobre todo en el respeto y acceso a los espacios públicos. En la margen este del Ñirihuau la Comisión de Fomento realizó una importante tarea de recuperación de balnearios -supervisada por el DPA- que son utilizados por residentes y turistas. Hasta la fecha existen solo dos proyectos de loteos presentados en cada jurisdicción: un barrio cerrado sobre la desembocadura este, que tramita en la Comisión de Fomento de Dina Huapi con aprobación parcial, y una subdivisión parcelaria conocida como "Los altos del Ñirihuau" del lado de Bariloche. | ||
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