De acuerdo con las estadísticas que maneja la Cámara de Productores Agrícolas de General Enrique Godoy, Villa Regina, Chichinales y Valle Azul, entre los alrededor de 700 productores asociados que tienen en estas localidades, algo más del 70 por ciento de quienes son propietarios de chacras, tienen más de 60 años, y de ese número, también un porcentaje importante afronta con no poca dificultad los cambios que a diario se van imponiendo en el mercado frutícola.

Del mismo modo, los productores frutícolas ven la falta de cuadros técnicos medios, que sirvan de nexo entre los ingenieros agrónomos y ellos, para poder traducir muchas de las cuestiones técnicas necesarias para lograr una cosecha de calidad.

Esta situación hace que en algunas oportunidades, los cambios para adaptarse a las nuevas normas, se hagan de manera lenta o bien con fallas que les pueden producir una merma en la rentabilidad.

En forma paralela a la necesidad de mano de obra especializada, también se cubrió el aspecto de la demanda de capacitación, al evaluar que no es menor el número de chicos hijos de productores o empleados rurales que terminan sus estudios primarios y deben afrontar con no poca dificultad -especialmente por las distancias a cubrir- la continuidad de sus estudios de nivel medio.

"Hoy la situación es muy clara, en cada cosecha vemos que la situación frutícola va cambiando porque existen normas del mercado a las que hay que ir adaptándose, nuevas metodologías de trabajo, y para un sector importante de los productores estos cambios son difíciles de afrontar", apuntó Elbio Ferraza, presidente de la Cámara de Productores Agrícolas de General Enrique Godoy, Villa Regina, Chichinales y Valle Azul.

Ante esta situación, es que desde hace algo más de un año desde la entidad que nuclea a los productores de esta región, se viene trabajando para establecer en Villa Regina una escuela de nivel medio con orientación agraria, lo que permitiría en pocos años contar con un cuadro de técnicos de nivel medio que podría cumplir funciones de encargados de chacras.

"Si a un productor de más de 60 años le decimos que tiene que ir actualizando sus datos a través de Internet, como por ejemplo bajar planillas del RENSPA, nos miran

diciendo que no entienden. Tener una computadora en la chacra y tener Internet en la chacra, no sólo es costoso, sino además difícil", agregó Ferraza.

La actividad frutícola en el Alto Valle en los últimos años tomó un ritmo vertiginoso, y ya son muy pocos los que mantienen los esquemas tradicionales de producción, con plantaciones de variedades que si bien tienen colocación en el mercado, son cada vez menos requeridas.

La mayoría de las chacras se ha volcado de lleno a la reconversión, con plantaciones en espaldera, con variedades nuevas que cada vez son más requeridas por los mercados internacionales, a los cuales está apuntada la producción local.

"En los próximos días esperamos tener buenas novedades, ya que por un lado se prevé una reunión con la Dirección de Escuelas Privadas del Ministerio de Educación de la Provincia para avanzar con la aprobación del proyecto para que se establezca una escuela agraria en Villa Regina, y al mismo tiempo porque también hay conversaciones muy avanzadas para contar con un espacio de siete hectáreas en el corazón de la zona rural de esta ciudad para establecer la escuela, que esperamos, a partir del 2008, esté en funcionamiento", agregó por otra parte Ferraza.

El objetivo que se persigue no sólo está apuntado a lograr la formación de cuadros medios de técnicos para el trabajo en las chacras, sino conseguir el nexo necesario entre la nueva y la vieja fruticultura.

PABLO ACCINELLI

regina@rionegro.com.ar