Domingo 23 de Marzo de 2008 Edicion impresa pag. 02 y 03 > Nacionales
La UIA y la CGT aumentaron la presión para que el campo abandone la protesta
La entidad industrial dijo que es el momento para dialogar. El gobierno evalúa cerrar las exportaciones de carne para asegurar la provisión interna.

En una clara muestra de apoyo al gobierno nacional, la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Confederación General del Trabajo (CGT) salieron ayer a meterle presión a los productores agropecuarios para que levanten el paro, que ya lleva diez días, y se sienten a dialogar.

A todo esto, la administración nacional analizaba la aplicación de la Ley de Abastecimiento en caso de no resolverse el conflicto, para evitar que falten productos en las góndolas de los supermercados, y también evaluaba el cierre de las exportaciones de carne, según confiaron fuentes gremiales del sector ruralista.

"Es el momento del diálogo en la Argentina. Hay que calmarse, reflexionar, y tender a ese diálogo", señaló el presidente de la UIA, Juan Carlos Lascurain, a Radio 10. El dirigente industrial subrayó que las protestas y los cortes que realizan los productores "lleva a cosas no deseadas que se pueden producir en las rutas".

En tanto, el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, avisó que "en determinados lugares, la gente de los sindicatos del interior del país le va a pedir que los deje pasar a los camioneros, que no tienen nada que ver con el paro", pero destacó que "de ninguna manera vamos a utilizar la violencia, en todo caso la utilizaran ellos".

Por su parte, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, volvió a llamar a "la reflexión" a las entidades del agro, y advirtió que los piquetes "no contribuyen" a una solución del conflicto. "Tienen una importante rentabilidad. A mí no me lo cuenta nadie. Soy un hombre de campo", afirmó Randazzo a radio Rivadavia. Remarcó que "hay que entender que el gobierno gobierna para todos y no para un sector".

El jueves último, Moyano lideró el alzamiento de las primeras voces de sectores no gubernamentales condenando el lock out ruralista. En ese momento, calificó la medida de "salvaje" y de "una total irresponsabilidad", y aseguró que los productores rurales "se llevan toda la torta".

Ese mismo día, también el gremio de los ferroviarios, La Fraternidad, denunció que los productores estaban "a tentando" contra estructuras ferroviarias a través de "la quema de durmientes, la destrucción de clipseras para provocar descarrilamientos, y de cambios eléctricos".

El viernes, fueron los gobernadores de las provincias de Buenos Aires, Daniel Scioli; de Córdoba, Juan Schiaretti; de Chaco, Jorge Capitanich; y de Entre Ríos, Sergio Urribarri, quienes reclamaron a dirigentes agropecuarios "prudencia, responsabilidad y solidaridad" y que asuman un "diálogo con sensatez", a fin de "preservar el equilibrio socioeconómico externo e interno".

A ellos se les agregó ayer el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, quien llamó "a la reflexión y al diálogo a los ruralistas" y manifestó que "no son momentos de confrontación, sino de diálogo".

A esta andanada sindicalista y gubernamental contra el campo se sumó esta mañana la UIA que, a través de su titular, le expresó a los ruralistas que "hay que frenarse, tranquilizarse y buscar los caminos que llevan al diálogo".

Lascurain evaluó que el lock out "es un tema muy delicado", y destacó que "hace 20 días, en el Congreso, la presidenta (Cristina Fernández) habló del Acuerdo del Bicentenario con todos los sectores, haciendo foco en la educación y en lo social". (DyN)

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