BAHÍA BLANCA/VIEDMA (Télam/AV).- Un hombre que el 11 de febrero pasado se había escapado de una unidad carcelaria de Viedma donde purgaba una condena por un homicidio y robo, fue recapturado por la policía en Bahía Blanca. Se trata de Alejandro Mauricio Carrasco, de 20 años, quien se encontraba prófugo luego de fugarse de la alcaldía de la capital rionegrina donde se encontraba detenido tras ser condenado a 15 años de prisión.
Uno de los policías a cargo de la investigación informó ayer a Télam que "el fugitivo fue recapturado por personal de la seccional Quinta durante un operativo que se llevó a cabo en la intersección de las calles 17 de mayo y Pacífico de Bahía Blanca".
"Carrasco se identificó con un hombre de apellido Villegas pero luego de comprobarse que era falso, los efectivos procedieron a detenerlo", agregó el vocero.
Según se indicó Carrasco se había escapado el pasado 11 de febrero de la unidad penal de Viedma luego de haber realizado un boquete en el piso del baño de un celda para luego acceder a un caño y finalmente escapar por un patio exterior.
En noviembre del año pasado, Carrasco fue condenado en Viedma a la perna de 15 años de prisión por el delito de homicidio simple. La pena fue unificada con otra anterior de un año y seis meses en suspenso por robo calificado.
Carrasco fue acusado de dar muerte al joven Cristian Ibáñez, quien en el atardecer del 26 de mayo de 2006, se encontraba con un amigo en una esquina del barrio Lavalle en momentos en que fueron sorprendidos por disparos de arma de fuego que accionaba Carrasco quien pasaba por el lugar a bordo de una bicicleta. Sin que mediara discusión alguna el imputado bajó del rodado y comenzó a disparar contra los dos jóvenes con quien mantenía una vieja enemistad.
Los dos jóvenes trataron de escapar pero sólo lo consiguió uno de ellos. Ibáñez, de 16 años, utilizó de escudo la pared de una garita de colectivos pero cuando corrió del lugar rumbo a su casa fue alcanzado por un disparo que le causó la muerte.
El Tribunal consideró que la modalidad empleada por el imputado puso de manifiesto la ausencia de situación desencadenante que aporte explicación racional a la conducta desarrollada, así como "la cobardía que trasunta el hecho de efectuar los disparos cuando la víctima se encontraba ya huyendo y de espaldas al agresor".
