El corte a las "picadas" con penas que incluyen prisión efectiva, según los casos, puede ayudar a que Argentina baje del podio que lo tiene entre los países con mayor índice de accidentología en el mundo.
Aquí mueren, de promedio, 20 personas por día, de acuerdo con estadísticas de la prestigiosa asociación civil Luchemos por la Vida. Y las competencias "de destreza y velocidad" inciden en este indicador.
Un dato que habla por sí mismo: en Noruega los muertos por millón de habitantes suman 58, contra 238 en Argentina. Otro: en Italia, por cada millón de vehículos hay 105 involucrados en accidentes fatales. En Argentina, la cifra trepa a 186.
La modificación al Código por medio de una ley -involucra al artículo 193 bis, y complementarios- contempla la figura de "destrezas automovilísticas" con cárcel para quienes corran picadas y los que faciliten su materialización.
El proyecto alcanza en sus penas a familiares o amigos que presten su automóvil a un conductor sabiendo fehacientemente que lo utilizará para una picada.
Ese espectáculo de motores a full, en medio de la noche, con escapes liberados y faros delanteros luminosos, en medio de espectadores ansiosos multiplicándose peligrosamente a lo largo de un circuito casi invisible, de no más de 300 metros de extensión, está a punto de pasar a la historia.
En pocos días, el que se arriesgue, ya no tendrá una "reprimenda" o un "no hagas más esto" como castigo benigno , o una multa que no le vaciará el bolsillo.
Ahora se cernirá sobre su destino la posibilidad de la prisión efectiva.
Una medida dura para una situación insostenible. (AC).