El enfrentamiento entre el gobierno y la dirigencia ruralista siguió en el décimo día de protesta su escalada ascendente, con la amenazante advertencia del gremio de Camioneros de "enfrentar cualquier piquete" que impida el paso de sus unidades.
Mientras tanto, crece el alerta de que desde el próximo martes podrían registrarse señales de desabastecimiento de productos en las góndolas de comercios y supermercados.
Las entidades agrarias sostenían ayer unos 300 cortes en el país y anunciaron un próximo bloqueo a la estratégica Ruta 14, conocida como la vía del Mercosur. La declaración más fuerte partió desde el sector que nuclea a los pequeños productores, los más castigados con la suba de retenciones a la exportación de soja que anunció el gobierno. "Vamos camino a una rebeldía incontrolable", dijo ayer el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi.
Rápidamente la Federación de Camioneros, aliada al gobierno de los Kirchner en este conflicto, adelantó que el lunes "garantizará" la libre circulación de vehículos por las rutas.
El sindicato controlado por el clan de los Moyano promete así convertirse en "guardia del abastecimiento", con sus clásicos metidos emparentados con la violencia directa.
El enfrentamiento que se viene vislumbrando en las ultimas declaraciones del líder de la CGT, en las que tildó de "salvaje" al paro, ha entrado entonces en cuenta regresiva.
En los últimos días, Moyano ha insistido en calificar como "una total irresponsabilidad" la medida de fuerza del campo, el bloqueo de rutas, ya que "entorpecen aún más" el tráfico y acentúan los peligros viales. "Con esto, están generando situaciones de mayor peligro en las rutas de todo el país", advirtió el camionero, que pareció olvidar los cortes y el caos que su gremio ha instalado en sus clásicas protestas por suba de salarios o se baje el mínimo imponible de ganancias .
En tanto las asociaciones de defensa de consumidores llamaron a las partes a dialogar, ante lo que consideran un inminente desabastecimiento de alimentos de primera necesidad.
"No vamos a dejar que eso ocurra", aseguró el jefe de gabinete, Alberto Fernández, aunque no explicó qué medidas adoptaría para evitar un posible desabastecimiento.
Los productores rurales profundizaron su modalidad de protesta con cortes de rutas, muchos de ellos resueltos más allá del consentimiento de sus dirigentes, en tanto la Federación Agraria de Entre Ríos adelantó que a partir de lunes habrá un corte "por tiempo indeterminado" en la ruta 14, principal conexión vial del Mercosur.
La Federación Agraria Argentina (FAA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Sociedad Rural Argentina (SRA) y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO) emitieron una declaración en la que responsabilizaron al gobierno por la "virulencia" que está asumiendo el conflicto.
En ella se advierte que "luego de cada declaración agraviante que realiza alguno de los funcionarios del gobierno nacional hacia nuestra medida de fuerza, se suman nuevos productores a las rutas, con más bronca, en esta verdadera rebelión que está protagonizando todo el interior del país".
El gobierno ratificó que está dispuesto a convocar al diálogo a las entidades ruralistas "sin extorsión mediante", pero al exhibir una muestra de fuerza aseguró: "Nosotros no hemos sido gente de un gobierno que se deje extorsionar por corporaciones, tampoco por las corporaciones del campo".
Desde la vereda opuesta, el titular de la FAA, Eduardo Buzzi, aseguró que el paro continuará el tiempo que "haga falta" y dijo que vislumbra en los pequeños y medianos productores no agremiados a las cuatro entidades "una rebeldía incontrolable".
Sostuvo además que los miembros del gobierno "actúan como verdaderos patrones de estancia" en torno al conflicto, "siguiendo el modelo de Benetton en Santa Cruz, que conocen muy bien". (DyN/Redacción Central)