| RÍO DE JANEIRO.- El gobierno brasileño está preocupado con la "explosión del consumo" en el país, que apuntaló el crecimiento económico en 2007 pero aumenta las presiones inflacionarias, por lo cual discutirá con los bancos posibles restricciones, según la prensa local. El Ministro de Economía brasileño, Guido Mantega, se reunirá la próxima semana con directores de bancos para discutir "la necesidad de reducir plazos de financiamiento del crédito para personas físicas", anunció el diario carioca O Globo. En ese sentido el gobierno del izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva "pretende poner freno a la expansión del crédito al consumidor", según el matutino, pues está fomentando la demanda familiar, que crece a ritmo "insostenible" de 7% al año y puede comprometer las metas inflacionarias. La inflación de Brasil en febrero se redujo por segundo mes consecutivo y fue de 0,49%, pero en los 12 meses la tasa se situó en 4,61%, por encima de la meta anual de 4,5%, informó días atrás el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (Ibge). Para los responsables de la política económica local sería preciso tomar medidas en el ámbito del crédito concedido a la población, con un aumento de las exigencias que los bancos imponen para financiamentos a largo plazo, con un límite aún no establecido, pero que podría ser de 36 meses. Así, por ejemplo, se estudia eventuales restricciones para los extendidos planes de compra de automóviles con financiamiento de hasta 72 meses. | |