Independiente perdió en Bahía Blanca, pero la diferencia de tres puntos que logró Estudiantes, el final fue 84-81 (41-38), dejó abierta la posibilidad de un triunfo del representante neuquino por mayor diferencia mañana en la "Caldera" , lo que le permitiría conservar la categoría.
Los dos elencos rindieron por ráfagas. Fue el "Rojo" el que mejor arrancó, con los aciertos de Esteban López desde el perímetro -dos triples y un doble, en el primer cuarto-, más la buena gestión de Byron Johnson, que se mostró recuperado de su lesión.
En ese primer tramo, el bahiense trabajó en base a la propuesta de Pablo Gil -8 puntos-, pero no tuvo una buena gestión en el cuidado de su aro. Al final, los primeros diez terminaron a favor de la visita, por 19 a 17.
En el segundo, la balanza se inclinó para el local. Por un lado, porque levantaron sus internos, con Jamaal Levy y Antonio García, ayudados por la poca presión defensiva de Independiente.
Estudiantes tomó 11 rebotes ofensivos, de un total de 25, lo que da una idea de que tuvo varias segundas oportunidades. Por eso llegaron al descanso arriba los bahienses por 41-38.
Los "Bombazos" de Juan Pablo Sánchez en la vuelta de las acciones, le permitieron a Independiente pasar al frente,
en un contexto de gran paridad (46-45).
Además, ganó protagonismo el juego interno porque apareció Terrell Taylor, bien buscado por sus compañeros.
Por el lado del local, el base Pedro Franco retomó el control del partido y asumió responsabilidades en el goleo. Gil y Levy siguieron con sus aciertos, para complementar las ofensivas.
Independiente perdió el orden en el último cuarto, porque no pudo superar la agresividad que propuso el conjunto bahiense en su cesto, que llegó a sacar una docena de puntos de luz (75-63).
Algunos arrestos individuales, con Romano como abanderado, trajeron como consecuencia que el "Rojo" acortara en las cifras y se pusiera en partido. Los segundos finales se consumieron con errores de ambos lados, por lo mucho en juego.