La sociedad "anula a las víctimas de la droga y las hace sobrantes", afirmó ayer el cardenal Jorge Bergoglio, durante una misa crismal que ofició en la Iglesia Virgen de Luján, en la Villa 21-24 del barrio porteño de Parque Patricios, donde inauguró un centro de rehabilitación. "En los sectores menos pudientes, la droga de baja calidad, tiene un efecto neurológico gravísimo", advirtió el cardenal, y llamó a todos los cristianos a "pedir por estos tratantes de esclavos, cuya condena será terrible, a que cambien su corazón", en alusión a los vendedores de drogas. Bergoglio inauguró ayer a la tarde un centro de rehabilitación que lleva el nombre de un sacerdote chileno, "San Alberto Hurtado", tras oficiar una misa crismal en la que lavó los pies de seis jóvenes, como hizo Jesús con los 12 Apóstoles. Bergoglio derramó agua sobre los pies de los fieles -cinco varones y una mujer- del centro de rehabilitación. |