El Hubble es el más grande de los telescopios espaciales y fue puesto en órbita el 24 de abril de 1990 por la NASA. Tiene una órbita circular a 600 kilómetros de altitud y da una vuelta a la Tierra cada 96 minutos.
Está ubicado fuera de la atmósfera, lo que permite que la turbulencia atmosférica, es decir, los movimientos de masa de aire de la atmósfera, no interrumpan la visión del aparato. Además, por estar lejos de nuestro planeta, el Hubble no está en riesgo de perder vigencia por contaminación lumínica.
Algunos de los descubrimientos que se han efectuado con el Hubble son: ha hecho visibles las primeras galaxias que se formaron, ha permitido detectar Helio en el espacio intergaláctico (posiblemente originado en el Big-Bang), logró las primeras imágenes que muestran galaxias con cuásares en su interior, ha detectado por primera vez emisión láser UV en el espacio, ha permitido descubrir un nuevo tipo de lente gravitatoria en forma de cruz que se podría utilizar como lupa para escrutar el universo lejano, logró el primer mapa de un asteroide, realizó el descubrimiento de un nuevo tipo de satélite en la parte exterior de los anillos de Saturno y permitió realizar el primer mapa de Plutón.
Sobre este último punto, en 2001, el Observatorio Gemini Sur, ubicado en la IV región, tomó una imagen que superó la nitidez de lo logrado con el Hubble, sin embargo, ese gran acierto no es fácil de lograr si día a día los astrónomos deben luchar contra la turbulencia atmosférica y el reflejo de las luces de las ciudades.
El Telescopio Hubble debía dejar de funcionar para el 2010, pero al parecer, los recientes desperfectos estarían acercando al gran vigía de 11 toneladas a un final anticipado.