VIEDMA (AV)- Los rumores de la renuncia del jefe de la Policía de Río Negro, Víctor Cufré, son cada vez más insistentes en los pasillos gubernamentales y sobre todo puertas adentro de la Institución.
El malestar interno ante los duros cuestionamientos contra la conducción han generado una sensación de inestabilidad generalizada, ante la pérdida de poder de la cabeza de la Institución.
El pedido de su alejamiento tal como lo indica la Ley de Seguridad Pública fundamentado por la defensora del Pueblo, Ana Piccinini, tras conocerse el brindis de fin de año del jefe policial con los imputados por el homicidio de la bioquímica Zerdán en el marco de una salida irregular de la Alcaidía de uno de ellos, aumentó el descontento interno de la Policía.
Además, el cruce protagonizado entre Cufré y Piccinini lejos de ser aprobado por los integrantes de la fuerza han merecido serios cuestionamientos, dimensionando el daño que esto le provoca a la Institución en su conjunto, situación a la que no se ha llegado en ninguna provincia del país.
Ese malestar hoy se traduce en la espera de una inminente renuncia de Cufré, quien se reunió con el gobernador Saiz en la noche del martes en la Casa de Gobierno.
El jefe policial habría confiado a quien quiso escuchar que en ese encuentro el mandatario provincial le brindó todo su apoyo para continuar en la gestión, circunstancia que no ha sido ni mencionada por Saiz en declaraciones periodísticas sino que se ha limitado a señalar que la situación de Cufré es tema de análisis.
Lo cierto es que la sensación de falta de conducción es cada vez mayor en las filas de la Policía de Río Negro que tampoco se sienten conducidas por la secretaría de Seguridad, área de la que dependen.
La secretaria de Seguridad de la provincia, Nadia Ruiz, negó que el gobierno piense pedirle la renuncia al jefe policial Víctor Cufré y descartó intenciones por parte de la máxima autoridad de la fuerza provincial de alejarse de su cargo.