Miguel Radrizzani Goñi, el abogado que en 1975 denunció a la "Triple A" ante la Justicia, alertó ayer que "podría quedar en libertad" el ex jefe operativo de esa banda terrorista paraestatal, Rodolfo Eduardo Almirón, si es declarado inimputable por problemas de salud.
En declaraciones a DyN, el letrado sostuvo que "si los médicos forenses concluyen que Almirón tiene problemas mentales y no es consciente de los delitos que se le imputan, al juez no le va a quedar otra opción que declararlo inimputable".
Así, si resultara no punible, prosiguió, "el artículo 34 del Código Penal establece dos opciones: si el imputado es peligroso para sí o para terceros debe ser internado en una psiquiátrico, pero si no lo es, el juez debe ponerlo en libertad".
Incluso Radrizanni Goñi no descartó que Almirón, en ese caso, hasta pueda regresar a España, adonde huyó en 1975 junto a su jefe político, el entonces ministro de Bienestar Social, José López Rega, hombre fuerte del gobierno peronista de esa época, y vivió escondido durante 33 años.
De todos modos, abogó para que "los médicos forenses se aseguren de que Almirón no está simulando".
Almirón, de 72 años, llegó el miércoles extraditado al país desde Madrid, luego de un viaje que tuvo más de 20 horas de demora y fue revisado por profesionales del Cuerpo Médico Forense que dictaminaron que el ex subcomisario padece "problemas neurológicos" y cardíacos.
Mientras quedó recluido en el hospital de la cárcel del penal federal de Marcos Paz, Almirón será sometido el próximo jueves a un examen médico detallado para profundizar su estado de salud y recién ahí fijará cuándo lo indaga.
Almirón debe responder por cuatro asesinatos políticos en 1974: el diputado nacional Rodolfo Ortega Peña; el subjefe de la Policía Bonaerense Julio Troxler, y el profesor Silvio Frondizi y su yerno, Luis Mendiburu, quienes fueron asesinados por la asociación ilícita que funcionó bajo la nómina Triple A, creada por López Rega. (DyN)