NEUQUÉN (AN).- La ocupación del edificio de la municipalidad por parte de trabajadores comunales enrolados en el gremio de la construcción (UOCRA) cumplió ayer su cuarto día y según aseguraron los manifestantes se extenderá durante todo el fin de semana largo. Desde la intendencia se llamó ayer a flexibilizar las exigencias y se indicó que se espera "que en este reclamo no haya intereses políticos por detrás".
Las instalaciones centrales del municipio continuaban ayer ocupadas por un nutrido grupo de obreros, que desde el lunes permanecen instalados en la Sala de Situación del segundo piso, a pocos metros del despacho del intendente. "De acá no nos vamos a ir hasta que ten
gamos los contratos firmados para los 168 trabajadores que estamos participando del reclamo", aseguró ayer el delegado de los obreros, Víctor Beroiza.
El referente de los manifestantes explicó que "si bien en el acuerdo que el municipio incumplió el lunes se abarcaba a 127 trabajadores, en estos días se han sumado más compañeros y por eso el reclamo es ahora por una mayor cantidad".
El subsecretario de Gobierno y ex jefe del sindicato estatal ATE, Raúl Dobrusín, advirtió ayer que "lamentablemente la comisión que encara las negociaciones rechazó una muy buena oferta que les habíamos hecho sin siquiera debatir la propuesta en asamblea", y agregó que "no podemos decirles a los trabajadores cuántas vacantes hay hoy porque eso es algo que varía si alguien renuncia o se muere".
Dobrusín cuestionó que "el miércoles vimos a Celso Queupán, un ex dirigente de la UOCRA que fue encontrado con un arma en la revuelta que tuvo el sindicato" y agregó que "esperamos que no haya otros intereses o cuestiones político partidarias que se estén mezclando con un reclamo laboral".
Mientras los manifestantes soportaron ayer la falta de electricidad, debido a tareas programadas en el transformador del edificio.