| | | | | | Click para ampliar | | El canciller cubano presenta una de las iniciativas que intenta mostrar una nueva actitud del gobierno de Raúl Castro. | | | LA HABANA (AFP) - Cuba empezó por primera vez a tomar el pulso, mediante estadísticas y sondeos, a su "mercado informal", una actividad privada e incluso delictiva considerada marginal por décadas debido a la preponderancia estatal, en un intento de esclarecer la imagen real del comercio interno. El estudio comenzó bajo el gobierno de Raúl Castro, quien ha llamado insistentemente al realismo económico en sus 19 meses de gobierno provisional y desde febrero, como mandatario electo, después de que su hermano Fidel declinara candidatearse a la reelección. "Sondeos del mercado informal" es una publicación digital de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE, estatal) y en ella se exponen las fuentes y los precios de los 13 productos más comercializados en ese mercado mensualmente, a partir de encuestas de especialistas en las 14 provincias del país. Se toman en cuenta bienes y servicios de varias fuentes, entre ellos los trabajadores por cuenta propia, unos 160.000 en el país (autorizados en 1993), estén legalizados o no. También productos comparados en establecimientos estatales del Ministerio de Comercio Interior (Mincin), revendidos después a mayores precios, aprovechando su escasez. Contempla igualmente el Mercado Agropecuario -un espacio de oferta y demanda, establecido en 1994- y los del mercado negro, robados de almacenes estatales. "La bolsa negra", "el trapicheo", apelativos nacionales al mercado negro, ocupa un amplio espacio y espectro en la vida de los cubanos, que tratan de "resolver" sus carencias diarias a precios menores. En Cuba, sin fronteras ni contrabando, y con una economía mayoritariamente estatal, los productos son "sustraídos o desviados" de los almacenes del gobierno, en un proceso de corrupción de cortas cadenas, pero muy abundantes, pese a los controles. | |