BUENOS AIRES (DyN) - Mientras la intransigencia del Gobierno y de la dirigencia ruralista seguía hoy su escalada ascendente, al cumplirse diez días de la protesta de las cuatro entidades agropecuarias contra el aumento en las retenciones, crecía hoy la sombra de un posible desabastecimiento de productos básicos para la próxima semana. "No vamos a dejar que eso ocurra", aseguró este mediodía el jefe de gabinete, Alberto Fernández, aunque no explicó qué medidas adoptaría para evitar la falta de productos como la carne, la leche y el aceite en los supermercados, que, según los ruralistas, podría verificarse en los próximos días.
Alberto Fernández, principal vocero del Gobierno, volvió a calificar hoy de "extorsivo" el paro en el campo, mientras dirigentes ruralistas aseguraron que ya la medida es "por tiempo indeterminado", lo que se confirmaría en una asamblea de todas las entidades del sector para el martes próximo.
El Gobierno ratificó que está dispuesto a convocar al diálogo a las entidades ruralistas "sin extorsión mediante", pero al exhibir una muestra de fuerza aseguró: "Nosotros no hemos sido gente de un gobierno que se deje extorsionar por corporaciones, tampoco por las corporaciones del campo".
Desde la vereda opuesta, el titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, aseguró que el paro continuará el tiempo que "haga falta" y dijo que vislumbra en los pequeños y medianos productores no agremiados a las cuatro entidades, la FAA, la Sociedad Rural, CARBAP y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), "una rebeldía incontrolable".
Para Buzzi, los miembros del Gobierno "actúan como patrones de estancia, con el modelo Benetton que conocen tan bien en Santa Cruz", y calificó de "disparate" la posibilidad, según versiones, de que el Gobierno, en represalia, vuelva a cerrar las exportaciones de carne y leche. "No tengo límite para el asombro con estos ministros y este gobierno", indico el líder de la FAA.
Por su parte, el titular de CRA, Néstor Roulet, volvió a reclamar que el gobierno "recapacite" y "revea" el aumento que dispuso en las retenciones para elevarlas al 44 por ciento, que disparó una protesta inédita que incluyó cortes de ruta que continuarían la próxima semana y que también hoy se verificaban en algunos puntos del país.
Los representantes del campo por un lado, y los miembros del gobierno nacional -que hoy recibieron respaldos explícitos de los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli; del Chaco, Jorge Caspianich y de Córdoba, Juan Schiaretti- por el otro, volvieron a dar muestras hoy de mantener irreductibles sus posturas.
Alberto Fernández recordó nuevamente que él convocó "el día que anunciamos la medida" de aumento de retenciones a una reunión con la dirigencia ruralista, pero que ella "no respondió", y los productores afirmaron que el Gobierno adoptó la resolución en forma "inconsulta", lo que habría sido la causa de rechazar ese convite, que no fue renovado.
Fernández volvió a mencionar lo que calificó como "naturaleza extorsiva" de la protesta del campo al advertir que "anuncian desabastecimiento de carne y leche", y dijo que "no vamos a permitir" que ello ocurra.
Se estimaba que recién pasada la Semana Santa, comenzaría a advertirse efectivamente en los comercios minoristas la falta de esos productos esenciales de la canasta familiar. El jefe de Gabinete volvió a llamar a la "prudencia, la reflexión y la razonabilidad" a los productores y manifestó estar "seguro" de que ello finalmente ocurra, porque entre otras cosas, dijo, "tendríamos que estar discutiendo una política para los pequeños productores" que adelantó el ministro de Economía, Martín Lousteau.
No descartó tampoco el jefe de ministros que la protesta en el campo se estuviera "politizando", cuando aseguró, en diálogo con radio América, que "hay algunos sectores que añoran la Argentina del Centenario, que era un país para pocos, y les preocupa que en el Bicentenario estemos en una Argentina más igualitaria".
