NEUQUÉN (AN)- La novia y una amiga de Richard Durán Soto dejaron en una situación muy comprometida a Jorge Martín Altamirano, acusado de matarlo de una puñalada el 21 de enero de 2007 a la mañana en pleno centro de la ciudad. Al declarar en el juicio oral que comenzó ayer, ambas lo señalaron como el autor de la agresión. Aunque no vieron el momento en que la víctima recibió el golpe mortal y dejaron algunos baches en su relato, aportaron otros elementos valiosos para esclarecer el caso.

"Él fue el que mató a Richard y me apuñaló a mí", dijo la novia de la víctima, Azul María Cano Gulini, señalando a Altamirano. El imputado esquivó su mirada. La testigo también recibió una seria herida esa mañana.

Brenda Rivera, amiga de la pareja, comprometió también al otro acusado, Rafael Pichún: dijo que lo vio cuando le pasaba a Altamirano un objeto envuelto en una franela. Se cree que era el cuchillo utilizado en el crimen.

Para completar una jornada desfavorable desde la perspectiva de los imputados, el tercer testigo del día hizo tambalear la coartada de Altamirano ya que aseguró que no participaron otras personas en la pelea que sostuvo con Durán Soto.

La audiencia comenzó ayer a las 15:30 en la Cámara Segunda. La sala estuvo repleta de familiares y amigos de la víctima, quienes lucían remeras negras con el rostro de Richard estampado, y en grandes letras la palabra "Justicia".

Altamirano (23 años) y Pichún (32) están acusados de homicidio simple y lesiones graves.

Azul, la primera testigo, relató que a las 6:30 del 21 de enero de 2007 discutía con su novio en la vereda del pub Meridiano, en la calle Rivadavia, cuando apareció un joven al que no conocían e increpó a Richard por el trato que le estaba dando a la chica.

Brenda, que declaró después, dijo que ese joven -resultó ser Altamirano- tenía una actitud "prepotente", pero admitió que la primera trompada la pegó Richard.

Ambos pelearon, incluso se revolcaron por el piso, y Altamirano llevó la peor parte. Mientras, Azul se sentó en el cordón de la vereda sobre Buenos Aires, a la altura del pub Neón.

Altamirano se fue, y Richard se agachó junto a su novia para preguntarle si estaba bien. Ella contó: "Después se levantó, se dio vuelta, salió caminando, vino este chico y lo apuñaló. Yo fui atrás de él, y me apuñaló a mí. No me mató porque hice un movimiento hacia atrás, si no me atraviesa de lado a lado". El puntazo le cortó el intestino grueso y atravesó el estómago.

Los defensores Jorge Larrea y Jorge Mena hicieron muchas preguntas a las jóvenes sobre el carácter de Durán Soto, y si hubo otras personas que participaron de la pelea.