BUENOS AIRES.- La compra de parte del paquete accionario de YPF por parte del Grupo Eskenazi sigue dando que hablar.
Documentos presentados ante las autoridades financieras de EE.UU. muestran que el grupo argentino Petersen tomó un crédito de 71,5 millones de dólares, garantizado con fondos que mantiene en el banco Credit Suisse para dotar de capital a una subsidiaria australiana que compró el mes pasado una parte de la petrolera YPF. ¿Es casualidad que sea el mismo banco donde hoy están depositados los fondos de Santa Cruz, dinero que maneja a través de un fideicomiso la familia Eskenazi?
Un reciente informe publicado en el diario "Clarín" detalla que la existencia del crédito de 71,5 millones de dólares, otorgado por la financiera suiza Chervil Capital Invest , y de la garantía, eran desconocidos hasta ahora y no habían sido informados cuando Repsol anunció el 21 de febrero el ingreso de la familia Eskenazi, propietaria de Petersen, en el capital de YPF.
Los primeros informes conocidos tras la venta de YPF daban cuenta que Petersen Energía SA, una sociedad constituida en Madrid que es ahora poseedora del 14,9% de YPF, contaba con un capital mínimo de unos 60.000 euros. Pero los informes enviados a la Securities and Exchange Commission (SEC) revelan que Petersen S.A. fue capitalizada por otra subsidiaria de la familia en Australia, Petersen Energía PTY, en 110 millones de dólares.
¿Cómo consiguió Petersen PTY reunir ese dinero? Nuevamente con créditos, muestran los contratos, cartas y otros documentos enviados a la SEC. El crédito está garantizado "por todos los activos, valores e inversiones que en el presente o en el futuro tengan depositados en Credit Suisse, Petersen PTY, Matías Eskenazi, Enrique Eskenazi, Sebastián Eskenazi y Hazel Sylvia de Eskenazi", dice la declaración ante la SEC.
Inscribir una sociedad en España de cuyo capital de 110 millones de dólares, 107 millones son préstamos, hubiera colocado a Petersen Energía SA en condición de empresa subcapitalizada, sin derecho a deducir de impuestos pagos de intereses por créditos. "Tal vez por ese motivo impositivo crearon una sociedad intermediaria en Australia", dijo un abogado especialista que accedió a interpretar los documentos para Clarín.