El ministro de Economía Martín Lousteau afirmó ayer que "no va a haber cambios" de la política del gobierno para el sector agropecuario y calificó al paro de "medida de corte patronal".
Lousteau manifestó estos conceptos durante una conferencia de prensa que ofreció junto al presidente de la Unión Industrial Argentina UIA), Juan Carlos Lascurain, y el secretario de Industria, Fernando Fraguío.
El titular del Palacio de Hacienda defendió el esquema de retenciones móviles para las exportaciones de granos al tiempo que indicó que el gobierno "está dispuesto a discutir la agenda de los próximos cuatro años" con el sector ruralista.
Ante el paro de actividades que se lleva a cabo hasta mañana, dijo que "el rumbo está claro" y que por ello los dirigentes del campo "tienen que tener una mirada más amplia que la del propio sector".
Reiteró que la protesta es "un exabrupto" y defendió las retenciones porque así se permite "desacoplar" los precios internos de los del mercado internacional. "¿Qué pasaría con la gente y con la industria si los alimentos valieran al precio internacional?", cuestionó el joven ministro.
Por su parte, la protesta más extensa y convocante que el campo realiza contra un gobierno desde el regreso de la democracia se cumplió ayer con cortes de rutas y concentraciones de productores rurales en todo el país.
El Mercado de Liniers volvió a ser termómetro de la contundencia de la medida de fuerza, que ingresó ayer en su quinta jornada, al mostrar más de 5.000 corrales vacíos y computar el ingreso de solo 223 bovinos.
El comercio de granos, en tanto, mostró un panorama similar, ya que los referentes del sector continuaron inmersos en el desconcierto y la preocupación que les provoca la incertidumbre para seguir operando, cuando únicamente se reabrieron los registros para exportar soja y girasol.
Exportadores líderes de la plaza afirmaron que la "tablita" de retenciones móviles "preanuncia la desaparición de los mercados de futuros", una herramienta clave para que los productores puedan dar previsibilidad y mayor cobertura de riesgos a sus ventas.
En tanto, la protesta se expresó con cortes de rutas en todo el ámbito nacional, concentraciones a la vera de caminos y rutas y cortes que impedían el avance de camiones con cargas de alimentos y materias primas hacia los centros de comercialización.
Frente a ese escenario de intensas protestas, los gremialistas del campo, en representación de las cuatro entidades del agro, continuaban esperando alguna señal de parte de las autoridades nacionales. Aseguraron, sin embargo, que no habían recibido ninguna convocatoria hasta ayer y, en el caso del titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luciano Miguens, el dirigente ratificó el reclamo de los productores de "sentarse a dialogar" con el gobierno para analizar el problema del sector.
Miguens afirmó que todavía no ha "recibido" ninguna llamada oficial invitándolo a una negociación que, dijo, debe ser con las cuatro entidades que participan del paro, descartando así cualquier aceptación a un eventual convite individual que intente quebrar el frente de unión gremial.
Por otra parte, Miguens no consideró conveniente que se dispongan retenciones diferenciales para los productores de acuerdo al volumen de su negocio, aunque admitió que para los menos favorecidos habría que analizar medidas que los incentiven. (DyN)