Domingo 16 de Marzo de 2008 Edicion impresa pag. 34 > Sociedad
Un barrio, una tradición

En el barrio de los pulperos, en la Séptima Bajada de Las Grutas, existen categorías y suboficios que van nutriendo la pequeña pirámide comercial que los sustenta. Los más respetados son aquellos recolectores que nacieron a la orilla de las aguas del Golfo y aprendieron la técnica de captura directamente de sus padres y abuelos, a los que de niños acompañaban en jornadas eternas que se sucedían en los campamentos o "ramadas" que realizaban al aire libre, para no perder el ritmo de las mareas durante los meses de enero y febrero, los de mayor captura y mayores posibilidades de venta de ejemplares. Esos pulperos expertos, criados en el rigor de las faenas, ahora rondan los 45 años y son los que trasmiten sus enseñanzas a los más jóvenes, que apenas llegan a juntar 4 kilos de pulpo por "marea" debido a su inexperiencia, contra los 8 o 10 que capturan los más diestros. El universo comercial se completa con los "acarreadores", que son los que poseen y ofrecen los vehículos que trasladarán a los grupos de pulperos hasta las inmediaciones del "Fuerte Argentino", el sector escogido para pulpear cotidianamente.

Actualmente, cerca de 10 precarios vehículos que cobran entre 14 y 15 pesos por viaje y por pulpero parten cada mañana.

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