Está escrito. Los gobernadores de Santa Cruz tuvieron y tendrán una relación traumática con el matrimonio Kirchner y sus operadores más leales. Los nichos políticos, los negocios millonarios y esa irrefrenable tentación presidencial de tenerlo todo dominado en la provincia de origen, terminan descomponiendo las fidelidades en el redil K.

No es casual que Daniel Peralta lance la granada de los fondos de Santa Cruz para poner al desnudo un perfil mentiroso de Néstor Kirchner. Ese sonoro llamado de atención tiene que ver con varios episodios:

" Peralta echó a funcionarios que respondían a la hermana de Néstor, Alicia Kirchner. Y por si fuera poco a un sobrino y a la ex esposa de Rudy Ulloa, uno de los más fervientes operadores K.

" También mantiene buen diálogo con un enemigo del ex presidente: el obispo Juan Carlos Romanín.

" Conserva en el gobierno a hombres que disgustan al entorno presidencial, como el ministro de Gobierno, Gustavo Neyro, y el ministro de Educación, Roberto Borselli.

" A Peralta no le gustó nada que el proyecto de prórroga por diez años de los contratos de concesión de la Pan American de los hermanos Bulgheroni -aprobado recientemente por la Legislatura santacruceña- se elabore en Puerto Madero, donde Kirchner tiene su "Casa Rosada dos".

En esto, el gobernador fue un convidado de piedra.

" Kirchner le ha hecho sentir otros rigores a Peralta: impulsó la caída del ministro de Economía santacruceño, Rolando Aramini, y su reemplazo por un hombre de su confianza, Juan Manuel Campillo.

" Por si fuera poco, Cristina le demoró el envío de fondos que Peralta necesitaba para los serios problemas de caja que afronta. Luego el dinero llegó y apenas alcanzó para pagar sueldos y certificaciones de obra pública (deuda que generó un fenomenal paro en la construcción).

" Precisamente, el desbarajuste en las cuentas explica su necesidad de "blanquear" que los millonarios fondos públicos no estaban en el país -como dijo Kirchner- sino en el exterior; para luego ir al paso siguiente: repatriarlos y darles un buen mordisco para ponerse al día.

(Redacción Central)