Domingo 16 de Marzo de 2008 Edicion impresa pag. 18 > Municipales
LA SEMANA EN SAN MARTIN DE LOS ANDES: Escenas

En una confortable oficina de San Martín de los Andes, el café se sirve con el aroma de los negocios. Algunas tierras están a punto de cambiar de manos en una porción del edén, a 12 kilómetros al norte de la ciudad...

Del otro lado del río Quilquihue, donde Junín de los Andes asienta reales, los vecinos esperan por la llegada de la energía eléctrica, una obra que el gobierno neuquino prometió iniciar el 3 de marzo...

En un despacho de Vialidad Provincial, un funcionario despliega mapas. Proyecta la traza del pavimento a un lago donde se disfruta de la pesca. Hace cuentas y prepara un informe al gobernador...

Estas escenas tienen algo en común: el área Lolog... Y todas están atravesadas por una silenciosa preocupación: el agua que toman los sanmartinenses.

Es que la principal captación para consumo humano en San Martín proviene del río Quilquihue, que nace del lago Lolog. De modo que convendría prestarle atención a todo desarrollo en aquella zona, y a sus potenciales impactos sobre el recurso.

Tanto es así, que la Cooperativa de Agua Potable trabaja desde hace unos meses en estudios sobre Lolog/Quilquihue. A mediados de año estarían los resultados.

Pero una cosa es segura, habrá que empezar a pensar en tomas alternativas, para acompañar el notorio crecimiento de la ciudad y de sus villas satélites. Por lo pronto, no existe una legislación específica sobre Lolog, que mire el conjunto del lugar y su íntima relación con el casco de San Martín a través del agua.

Básicamente, hay tres ordenanzas urbanísticas. La 2.210 y la 3.012 tienen poco más de una década, y se ocupan del casco histórico, la Vega y áreas contiguas, respectivamente. La tercera es la sobreviviente 83 de 1984, que se ocupa del resto. Por extensión, en Lolog se aplica la 83/84, aprobada cuando allí apenas si habían una escuela y algunas casitas.

La semana próxima, los arquitectos uruguayos que fueron el alma de la revisión urbanística de la ciudad hace doce años, volverán por aquí para explorar resultados y correcciones, con los concejales y la intendencia. Va siendo hora...

Porque el pavimento a Lolog será realidad, acaso más temprano que tarde, y seguramente contribuirá a acelerar el interés por el desarrollo del área, multiplicando la presión de las urbanizaciones.

Porque alguna vez habrá energía eléctrica en loteo Quilquihue y, cuando eso ocurra, a las actuales 50 familias asentadas allí se agregarán muchas más.

Porque la villa Lolog, que comenzó con unas "casitas dispersas", y los muchos loteos próximos, van camino de convertir la zona en un enclave residencial de San Martín, aún con fuerte potencial inmobiliario.

Y porque asustan esos anuncios desde Buenos Aires, de inversores españolísimos que prometen 600 millones de dólares en desarrollos residenciales, y mencionan estas tierras entre los sitios escogidos.

No se trata, claro, de salir a prohibir por las dudas. Pero sí se trata de estar preparados...

 

FERNANDO BRAVO

rionegro@smandes.com.ar

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